Las fresas se caracterizan por su contenido alto de vitamina C. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Carolina del Norte y Servicios al Consumidor (División de Protección de Alimentos y Medicamentos), “la gran cantidad de ácido ascórbico, así como de lecitina y pectina contenida en sus frutos, la hacen ideal para disminuir el nivel de colesterol de la sangre”.

Para aprovechar los beneficios de esta fruta es importante guardarla correctamente para que no se dañe. El portal culinario Directo al Paladar brinda algunas recomendaciones para esto.

Al momento de comprarlas es importante tener en cuenta el tiempo en que se planea consumir las fresas. En caso de que vengan empacadas revisar la etiqueta y escoger las más recientes. Respecto a esto, el sitio web explica que “es preferible elegir fresas o fresones que no estén demasiado amontonadas, en envases rígidos y protegidos -la madera es más fiable que el plástico- o que permitan ver bien el contenido. Comprobaremos que no hay piezas con moho, pasadas o demasiado verdes, que no hay insectos y que no están chafadas o aparentemente dañadas. La fruta muy verde o blanca ya no madurará, y la que está pasada mostrará, probablemente, manchas oscuras, hendiduras o pérdida de jugos”.

Cuando se agreguen al carro o la canasta de compras se debe evitar poner encima otros productos. Deben estar alejados de alimentos húmedos o que tengan un olor fuerte.

El portal señala algunos consejos para conservar las fresas en casa:

  • Inmediatamente se llegue a casa, se deben refrigerar en la nevera, sin lavar. Solo deben lavarse al momento de consumirse.
  • Verificar las que estén dañadas y botarlas. Aquellas que tengan moho o podridas se deben desechar. Hay quienes consideran que cortando la parte contaminada está bien, pero no, pues los hongos se pueden extender y no ser visibles.
  • No quitar los rabitos de la fresa.
  • Depositar las fresas en un recipiente limpio, en el que preferiblemente no queden amontonadas.
  • Cerrar el envase. Puede ser con papel plástico. Se debe hacer un agujero pequeño para que las fresas “puedan respirar”.
  • Generalmente las fresas se conservan de tres a cinco días. Antes de consumir es importante revisar que no estén contaminadas.

Seguridad alimentaria

Es importante tener almacenados muy bien los alimentos y productos para evitar la contaminación y la propagación de bacterias. Asimismo, es importante que al momento de la preparación de las comidas se realicen medidas sanitarias como el lavado correcto de las manos, lavado de los utensilios y no utilizar una misma herramienta para diferentes alimentos. Esta es una práctica muy común: usar una misma cuchara o cuchillo para varias preparaciones, sin haber realizado un lavado previo.

Los alimentos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas provocan más de 200 enfermedades en el cuerpo humano, las cuales son desde diarrea hasta cáncer. Según explica la Organización Mundial de la Salud, “se estima que cada año enferman en el mundo unos 600 millones de personas —casi uno de cada diez habitantes— por ingerir alimentos contaminados y que 420.000 mueren por esta misma causa, con la consiguiente pérdida de 33 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad”.

Estas cifras son muy preocupantes, especialmente en el caso de los niños, debido a que su organismo es débil y apenas está desarrollándose. De acuerdo con los datos de la OMS, las enfermedades de transmisión alimentaria provocan anualmente la muerte de al menos 125.000 niños.

Es importante consumir alimentos que estén impecables. La salud de las personas puede estar en riesgo al ingerir comidas contaminadas. La diarrea es una de las enfermedades frecuentemente asociada con el consumo de alimentos infectados. Alrededor de 550 millones de individuos presentan esta afección y 230.000 mueren cada año.