La depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Asimismo, otros síntomas, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, son:

  • Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza.
Es vital prestar atención a los síntomas de ansiedad y depresión. | Foto: Getty Images / Josef Lindau
  • Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia.
  • Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado.
  • Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor.
  • Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso.
  • Ansiedad, agitación o inquietud.
  • Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales.
  • Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches.
  • Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas.
  • Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio.
  • Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza.

Ahora bien, para diagnosticar depresión a una persona, esta debe presentar cinco síntomas de la enfermedad todos los días, casi todo el día, por lo menos durante dos semanas.

La depresión puede suceder en personas de todas las edades. | Foto: Getty Images

Además, uno de los síntomas debe ser un estado de ánimo depresivo o la pérdida de interés o placer en casi todas las actividades. Es posible que los niños y los adolescentes se muestren irritables en lugar de tristes.

Dicho lo anterior, el portal Muy Interesante reveló que las hierbas aromáticas buenas para la depresión son:

  • Hierba de San Juan: la hierba de San juan es utilizada principalmente para ayudar en el tratamiento de los síntomas generados por la depresión leve a moderada, así como para tratar la ansiedad, trastornos del estado de ánimo y estrés debido a su efecto sobre el sistema nervioso. Esto se debe a que contiene sustancias como la hipericina y la hiperforina, que actúan a nivel del sistema nervioso central y calman la mente y restauran el funcionamiento normal del cerebro, explicó el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde.
  • Ginseng: el portal explicó que contiene saponinas, compuestos bioactivos que estimulan la producción de dopamina, un neurotransmisor que promueve el bienestar general, disminuyendo el estrés y la ansiedad.
  • Lavanda: debido a sus propiedades relajantes, calmantes, antiespasmódicas, analgésicas y antidepresivas.
  • Azafrán: de acuerdo con Tua Saúde, algunos estudios han demostrado que la crocina y el safranal presentes en el azafrán tiene acción semejante a algunos antidepresivos, como la fluoxetina e imipramina, ya que ayudan a inhibir la recaptación de la dopamina y noradrenalina, que son dos tipos de neurotransmisores que regulan el humor.
No se deben usar remedios herbales sin antes hablar primero con un experto de la salud. | Foto: Getty Images

Entre tanto, es importante señalar que Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, puntualizó que las hierbas medicinales no son reguladas ni probadas como los medicamentos.

Por ello, antes de consumir alguna planta medicinal, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, ya que muchas personas creen que usar plantas para tratar una enfermedad es más seguro que tomar un medicamento, pues las personas han estado usando plantas en medicina popular durante cientos de años, pero estas pueden ser tóxicas en dosis altas, puesto que pueden causar efectos secundarios como malestar estomacal, ansiedad, presión arterial alta, aumento en la frecuencia cardíaca, insuficiencia renal, debilidad muscular, convulsiones, embolismos, entre otras afecciones que pueden ser graves para la salud.