La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre al cuerpo, de acuerdo con Medline Plus, plataforma de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Además, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés) señaló que cualquier persona puede desarrollar presión arterial alta. Sin embargo, algunas personas tienen mayor probabilidad de desarrollarla, debido a factores que no pueden cambiar como, por ejemplo:

  • Edad. La probabilidad de tener presión arterial alta aumenta a medida que una persona va envejeciendo.
Una de las razones para visitar al médico regularmente es hacerse chequeos de la presión arterial. | Foto: Avel Mitja Varela/Getty Images
  • Historial familiar. La presión arterial alta tiende a ser congénita en algunas familias.
  • Raza. Los afroamericanos tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta.

Adicional, cabe resaltar que la hipertensión arterial causa más muertes en el mundo que el tabaquismo. Sin embargo, aproximadamente la mitad de la población mundial hipertensa no está controlada en forma adecuada, aun cuando se sabe que el control de la presión arterial reduce un 40 % la incidencia de accidente cerebrovascular y un 25 % el infarto de miocardio, según el Consejo de Hipertensión de la SAC (Sociedad Argentina de Cardiología).

Sin embargo, la única forma de saber los niveles de presión arterial es por medio de exámenes médicos, y Medline Plus explica cuáles son los niveles a tener en cuenta:

  • Una presión arterial normal es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.
Cualquier persona puede desarrollar presión arterial alta. | Foto: Getty Images
  • Una presión arterial alta (hipertensión) es mayor a 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
  • Si el número superior de la presión arterial está entre 120 y 130 mm Hg y el número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.

Por ello, si luego de los exámenes médicos se detecta presión arterial alta, cambiar el estilo de vida puede ayudar a controlar la enfermedad. Por eso, una recomendación es evitar algunas infusiones, pues según Univisión eleva la presión arterial. Las bebidas que se deben evitar son:

  • Té negro.
  • Té de genciana.
  • Té de bolsa del pastor.
  • Infusión de jengibre.
  • Té de anís.
  • Infusión de efedra.
  • Té de regaliz.
  • Infusión de ginseng.
  • Té de cardo mariano.
  • Té de guaraná.
No se deben usar remedios herbales sin antes hablar primero con un experto de la salud. | Foto: Gary Burchell

De otro lado otros hábitos que ayudan a bajar los niveles de la presión arterial son:

  • Seguir una dieta saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
  • Practicar actividad física con regularidad: la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos. Se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.