El reflujo gastroesofágico (RGE) se presenta cuando el contenido del estómago se devuelve hacia el esófago. Esta afección causa una sensación dolorosa de ardor, conocida como acidez estomacal, en la parte inferior del pecho, precisa el portal de información médica Medical News Today.

En condiciones normales, el contenido gástrico o intestinal no pasa al esófago, ya que existe un esfínter esofágico inferior que actúa como una válvula e impide el paso del alimento.

Sin embargo, según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), en España, cuando esta barrera muscular se altera o relaja inadecuadamente, el contenido gástrico pasa al esófago, irritando la mucosa y produciendo diferentes síntomas o complicaciones.

Normalmente, esta afección deriva en señales como ardor o quemazón que asciende desde el estómago hacia la garganta. Generalmente, es un malestar que empeora después de las comidas, especialmente con los alimentos que favorecen la relajación del esfínter o con excesos dietéticos. En muchos casos empeora durante el descanso nocturno o cuando se flexiona el tronco, aseguran los especialistas de la CUN.

De igual forma, información del portal Top Doctors indica que en ocasiones se presenta hipersalivación, regurgitación (cuando los contenidos del estómago fluyen con facilidad hacia la boca) e inflamación del esófago. La acidez de los jugos gástricos también puede irritar el tracto respiratorio y la garganta, causando disminución de la voz, ronquera, tos, laringitis y asma, precisa esta fuente.

Jugo de aloe vera

Existen algunos alimentos que son ideales para aliviar las molestias y síntomas que se generan por cuenta de este padecimiento. Uno de ellos es el jugo de sábila. Esta planta ayuda a tratar el dolor y el ardor provocado por el reflujo, siendo útil también para el tratamiento de la gastritis.

Para preparar esta bebida, según el portal de bienestar y salud Tua Saúde, se deben lavar y secar las hojas de la sábila. A continuación, cortar la base de la hoja y dejarla en posición vertical para permitir que salga un líquido amarillo, el cual contiene aloína, un compuesto que en elevadas cantidades puede resultar tóxico.

Posteriormente, se extrae el gel transparente con cuidado, para evitar contaminarlo con el líquido amarillo que aún pueda contener la planta. Para retirar el gel se utiliza una cuchara, descartando las partes verdes o amarillas. Luego se licúa junto con media manzana picada y un litro de agua. La proporción, indica la citada fuente, es de 100 gramos de gel por un litro de agua. Una vez esté lista, la mezcla puede consumirse a lo largo del día.

Infusiones saludables

Además de este jugo, también se puede recurrir al consumo de infusiones como la de jengibre, que al tener propiedades antiiflamatorias es beneficioso para aliviar el malestar. La ingesta de esta agua controla la inflamación, calma la sensación de ardor y ayuda a neutralizar la producción excesiva de materiales ácidos, precisa una publicación del portal Mejor con Salud, escrita por Carolina Betancourth.

Para preparar esta infusión se requiere de una cucharada de raíz de jengibre rallada y una taza de agua. Se pone a hervir el agua y cuando llegue a ebullición, se incorpora el jengibre, se tapa y se deja a fuego bajo durante dos o tres minutos. Pasado este tiempo, se retira, se espera que repose y se cuela. La recomendación es tomarla media hora antes de cada comida.

Otra bebida recomendada es el té de manzanilla. Esta planta posee propiedades calmantes que ayudan a tratar los problemas estomacales, a controlar la mala digestión y aliviar las úlceras estomacales, asegura Tua Saúde. Lo aconsejable es consumirlo dos o tres veces al día y puede mezclarse con otras hierbas que contengan propiedades antiinflamatorias.

Por último, el agua tibia con limón ayudaría a calmar los síntomas. Este es un remedio alcalino que equilibra los niveles de acidez en el estómago frente a episodios fuertes de reflujo. Ingerir esta bebida, asegura Mejor con Salud, disminuye la irritación de la garganta, la hinchazón del estómago y otros síntomas generados por la producción excesiva de ácidos.