Hoy en día se puede ver afectada la salud al momento de trabajar si no se cuenta con los dispositivos adecuados, lo que puede resultar en distintas molestias y malestares físicos, ya sea en la oficina o en el hogar.
Es que muchos de los trabajos más comunes requieren estar sentados al frente de una pantalla por varias horas al día. De esta manera, sin importar si hablamos del trabajo en casa o de la oficina, lo cierto es que pasar tanto tiempo sentados frente a una pantalla, manipulando dispositivos tiene efectos en el cuerpo que se van notando a medida que pasan los años.
Pese a esto, uno de los aspectos a veces poco hablado es el de la ergonomía y el papel de los dispositivos que se utilizan día a día para cuidar de la salud.
Diego León, Country Manager de Logitech en Colombia, explicó que el uso incorrecto de los diferentes dispositivos lleva en muchas ocasiones al surgimiento de dolores, molestias e irritaciones en varios lugares.
A medida que continúa su uso, en el cuerpo empiezan a surgir señales comunes que nos dicen que es hora de cambiar los dispositivos.
Las dolencias
En ese sentido, aseveró que algunos estudios han mostrado que, si bien muchas personas sufrían de dolor antes de la pandemia, hasta un 49% de personas empezaron a padecer de molestias espaldares por primera vez durante ese periodo.
Este tipo de dolor comúnmente se ubica en la parte baja de la espalda y está relacionada también con la postura al momento de sentarse.
Existen varias razones para este dolor, en donde se incluye no tener una silla de trabajo adecuada en el puesto de trabajo que lleve a mala posturas, la falta de un buen soporte lumbar y también qué tan frecuentemente se hacen pausas activas u otro tipo de movimientos.
En este caso, la recomendación es evaluar si la silla y el escritorio de trabajo son adecuados, si están a una altura que permita una posición neutral del cuerpo y por supuesto también tomar pausas regularmente para realizar ejercicios de estiramiento.
Por otra parte, las molestias en las manos y muñecas son muy comunes y en muchos casos están relacionadas directamente con el uso del teclado, del mouse o del trackpad.
Es que hacer movimientos repetitivos todo el día, además de la presión que a veces se hace sobre las muñecas al escribir, puede crear molestias que se reflejan en la pérdida de fuerza en la mano y los dedos. Un dolor constante, además, puede incluso indicar la aparición del síndrome del túnel carpiano.
Según un estudio publicado por Logi Ergo lab, se encontró que utilizar un trackpad diariamente genera más fatiga, ya que activa hasta un 45% más los músculos en cuello y hombro, y un 25% más en los músculos del brazo. Además de esto, encontraron que utilizar un mouse te hace un 50% más productivo comparado con un trackpad y hasta 30% más rápido.
Aseveró León que con estos riesgos es importante que nuestros dispositivos diarios se adapten a la forma natural de nuestro cuerpo.
Cuello y hombros
Así mismo, las molestias en el cuello no son exclusivas de los ambientes laborales, sino que también pueden estar relacionadas con malos hábitos a la hora de dormir. El estrés diario, así como una mala postura diaria, han llevado a que en un estudio del Reino Unido el 53% de los encuestados respondieran que sus dolores de cuello habrían aumentado desde la época de la pandemia.
Estos malestares están relacionados con una mala posición de la pantalla o del asiento. Es recomendable que la cabeza esté mirando a la pantalla en una posición neutra y completamente horizontal, que no esté inclinada hacia arriba o hacia abajo por largos periodos de tiempo, ya que se pueden generar dolores en el cuello.
También es importante tener un escritorio adecuadamente alto o una silla con altura ajustable, así como el uso de dispositivos de la serie Ergo de Logitech para promover una postura más saludable.
Por otra parte, muchas personas ejercen bastante fuerza sobre sus hombros para mantenerlos en una posición adecuada a sus dispositivos, lo que a lo largo de varias horas puede resultar en cansancio y fatiga en la articulación.
Es importante siempre mantener una espalda recta, en donde los hombros caigan naturalmente a cada lado y no tener una posición encorvada.
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