El apio es una planta de la familia del hinojo y el perejil que suele aparecer como silvestre en lugares húmedos. Esta hortaliza es un alimento muy versátil y es cultivada en muchos países del mundo. Principalmente, se caracteriza por sus propiedades sedantes, diuréticas, ligeramente laxantes, aperitivas, digestivas, remineralizantes, depurativas, regeneradoras de la sangre, antiinfecciosas y cicatrizantes.
Entre los beneficios que otorga este alimento está su impacto positivo en la piel, pues al estar conformado por más del 90% de agua, es ideal para hidratar la piel y protegerla de los daños causados por los radicales libres del ambiente. Asimismo, el portal web Cocina Fácil indica que este superalimento limpia las toxinas y aporta luminosidad a las dermis, debido a su contenido de vitaminas A, B, C y K que, a su vez, estimulan la producción de colágeno para que el rostro no pierda su vitalidad con el paso de los años.
Cabe mencionar que la piel, a medida que pasan los años, va perdiendo dos sustancias conocidas como elastina y colágeno. Por una parte, el colágeno genera fibras muy resistentes y flexibles, que son las llamadas fibras colágenas; la elastina forma parte del tejido conjuntivo de la piel y forma fibras que mantienen la piel firme, según indica el Centro Estético Ruiseñores.
De este modo, es importante que desde temprana edad se proteja la piel por medio de cremas hidratantes, el uso de protector solar todos los días, buenos hábitos alimenticios y de aseo, limpiezas constantes en la dermis y tratamientos caseros que aporten elasticidad a la piel.
Con lo mencionado anteriormente, el apio puede utilizarse en forma de loción para mejorar el aspecto de la piel. A continuación, Cocina Fácil da conocer como preparar esto:
Ingredientes
- 3 tallos de apio lavados y picados
- 1 litro de agua
Preparación:
- Inicialmente, se debe poner el agua a calentar y agregar los tallos de apio. Cuando empiece a herir, retirar del fuego.
Por otra parte, la revista Mejor con Salud señala que el apio también se puede preparar junto con la lechuga para proteger la piel y rejuvenecerla. Así se debe preparar esta bebida:
Ingredientes
- 2 ramas de apio.
- 5 hojas de lechuga.
- Col.
Preparación: se debe colocar todos los ingredientes troceados en el vaso de la licuadora y añadir un poco de agua. Mezclar bien y beber de inmediato, mejor si es en ayunas. Esta bebida, además aportar múltiples beneficios para la piel, también reducirás los niveles de estrés o de ansiedad, y dejarás de lado el insomnio.
Los trucos para recuperar la elasticidad de la piel
Hidratación
Uno de los factores más importantes para mitigar la aparición de las arrugas es la hidratación. Por lo general, cuando el cuerpo está deshidratado, produce más colágeno en un intento de mantener la piel tersa y joven. Pero, cuando no se bebe suficiente agua, la falta de hidratación provoca arrugas y flacidez de la piel. De este modo, los expertos aconsejan tomar entre 8 y 10 vasos, para darle al rostro un brillo saludable y también tener más energía.
Utilizar crema hidratante y protector solar
Pará proteger la piel de los radicales libres y de los factores ambientales es fundamental utilizar una crema con protector solar. Esta se debe aplicar antes de salir de casa todos los días, pero su aplicación se debe reforzar durante el día.
Evitar los exfoliantes fuertes
A medidas que pasan los años, la elasticidad de la piel suele disminuir y también se van perdiendo componentes como el colágeno y la elastina. Cuando esto sucede, muchas personas deciden exfoliar la piel, pero existen unos que causan un daño mayor. Por ejemplo, si se tiene una piel seca, utilizar un exfoliante con cualquier tipo de textura arenosa puede empeorar el estado de la piel.
De este modo, los expertos aconsejan utilizar un limpiado cremoso que elimine suavemente la suciedad y las células muertas sin ocasionar daños sobre la dermis.
Elegir el protector solar adecuado
Como tal, el daño solar y pasar tiempo al aire libre sin protector solar es el primer factor que ocasiona las arrugas. Por ello, es importante identificar o consultar con el dermatólogo el tipo de protector solar que se puede utilizar dependiendo del tipo de piel.