Uno de las bebidas con mayor consumo en las mañanas es el café. Sea con leche, sin azúcar o como complemento a unas galletas integrales, este líquido es insignia en la alimentación. Sin embargo, ¿Qué tan beneficioso es el café para la dieta? Este producto tiene ciertos efectos en el cerebro.
Dada la popularidad del café, varios estudios han examinado a profundidad los efectos que tiene en la salud. Su consumo moderado está asociado con beneficios, tales como reducir el riesgo de padecer prediabetes o evitar que el organismo se contagie de enfermedades hepáticas.
Frente a su composición, Heathline explica que el café contiene cientos de compuestos bioactivos que contribuyen a la salud del cuerpo. Estos elementos son antioxidantes, por lo que combaten el daño causado por los radicales libres dañinos de las células. Los ingredientes más importantes del café son:
- Cafeína: Es el principal ingrediente y tiene una influencia en la estimulación al sistema nervios central.
- Ácidos clorogénicos: Estos antioxidantes polifenoles beneficias al correcto funcionamiento del metabolismo del azúcar en la sangre y la presión arterial.
- Cafestol y kahweol: Estos compuestos se encuentran principalmente en el café sin filtrar.
- Trigonelina: El último elemento que forma el café es inestable a altas temperaturas y durante el proceso de tostado cumple la función de crear ácido nicotínico, el cual es conocido por ser un tipo de vitamina B.
En ese orden de ideas, hay que explicar los efectos que el café genera en el cerebro. La Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) explica que el primer aspecto positivo es que sus compuestos interactúan positivamente con la adenosina, el cual es uno de los neurotransmisores vitales para promover el sueño.
Las neuronas del cerebro tienen receptores específicos a los que la adenosina puede unirse. Cuando se une a esos receptores, inhibe la tendencia de las neuronas a activarse. Esto ralentiza la actividad neural, lo cual es importante para la noche. Durante el día, la adenosina se acumula a lo largo de las horas, para acumularse en la noche, generar la sensación de somnolencia y reducir el tiempo para mantenerse dormido.
La cafeína y la adenosina tienen una estructura molecular similar. Por lo tanto, cuando la cafeína se encuentra en el cerebro, compite con la adenosina para unirse a los mismos receptores. No obstante, este compuesto no retarda la activación de las neuronas como la adenosina.
Es decir, el café genera dos efectos contrarios, pero a su vez necesarios para el cuerpo. Por un lado, la adenosina reduce la capacidad neuronal en las noches, pero la cafeína mantiene activo al organismo en todo el día. De ese modo, esta bebida es beneficiosa para las personas.
La entropía cerebral es vital para la función del cerebro y los niveles altos apuntan a altas capacidades de procesamiento. Un aumento en la entropía cerebral en reposo sugiere una mayor capacidad de procesamiento de información. En ese punto entra el café, debido a que estimula la liberación de noradrenalina, dopamina y serotonina; neurotransmisores que le dan vitalidad a la entropía cerebral.
Los efectos de este procedimiento son la mejora del estado de ánimo y tiempo de reacción, mayor vigilancia y atención alrededor, fortalecer la concentración para el aprendizaje y estimular de forma general toda la función cerebral.
Con respecto a las proporciones, los adultos sanos deben consumir entre cuatro a cinco tazas al día, lo cual es igual a 400 miligramos diarios. Lo recomendable es mantener ese nivel para no padecer efectos contraproducentes.
Así como el café tiene beneficios para la salud mental, también tiene efectos negativos si se excede en su consumo. El aumento de energía que proporciona se mantiene durante un periodo determinado, pero comenzará a desgastarse cuando se culmine. Consumir grandes cantidades de esta bebida puede alterar las horas de sueño y así generar la sensación de somnolencia a lo largo del día o no descansar en la noche.