Las verduras son alimentos que no deben faltar en una dieta diaria, pues aportan vitaminas, minerales y nutrientes clave para preservar la salud del organismo y prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes, hipertensión y colesterol elevado, entre otras.
Adicionalmente, son ricas en agua y fibra y bajas calorías, por lo que su ingesta resulta muy saludable, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Lo recomendable es consumirlas frescas o preparadas al vapor, usar aderezos bajos en calorías y en grasa, y utilizar hierbas aromáticas y especias para darles sabor.
Una de las opciones más saludables con las que cuentan los consumidores es la espinaca. El consumo de esta verdura ayuda a controlar el azúcar en la sangre en personas con diabetes, reducir el riesgo de desarrollar cáncer y mejorar la salud ósea, según información del portal Medical News Today.
Información del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos indica que una porción de 100 gramos de este vegetal contiene 28,1 microgramos de vitamina C, el 34 % de la recomendación diaria para una persona adulta. La espinaca también es fuente de vitamina K, fibra, fósforo y tiamina. Es una planta que contiene hierro, calcio y magnesio. Medical News Today indica que la falta de hierro en la dieta afecta la eficiencia con la que el cuerpo usa energía y por ello esta verdura resulta beneficiosa.
Aliada del hígado
Una de las bondades que se le atribuyen es que ayuda a cuidar el hígado. Una publicación del medio digital Business Insider cita una investigación según la cual consumir espinacas crudas reduce el riesgo de contraer la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Al igual que con las coles de bruselas, no se pudo probar que mantuvieran todas sus propiedades si se cocinaban.
En general, las verduras de hoja verde son de gran ayuda para cuidar la salud del hígado debido a que son muy ricas en antioxidantes que protegen el cuerpo contra los efectos de los radicales libres.
Estas moléculas se producen, según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina, cuando el cuerpo descompone el alimento o cuando la persona está expuesta al humo del tabaco o a la radiación. La acumulación de radicales libres con el tiempo es ampliamente responsable del proceso de envejecimiento de las células.
La espinaca tiene un alto contenido de fibra y agua, que ayudan en el proceso digestivo facilitando la eliminación de toxinas y evitando el desarrollo de afecciones como el estreñimiento. De igual forma, según el portal de estilo de vida unCOMO, esta verdura también aporta ácido fólico, beneficioso tanto para las funciones hepáticas como renales.
Contra la diabetes
Otro de sus beneficios es que controla el azúcar en la sangre. Este vegetal contiene un antioxidante conocido como ácido alfa lipoico, que ha demostrado reducir los niveles de glucosa, aumentar la sensibilidad a la insulina y prevenir los cambios oxidativos inducidos por el estrés en pacientes con diabetes, precisa Medical News Today.
También es favorable apara hacerle frente al colesterol. Esto se debe a su riqueza en fibra que impide la absorción de esta sustancia y los ácidos biliares, mientras que sus antioxidantes reducen la oxidación del colesterol LDL (malo) y previenen la aterosclerosis (acumulación de placa en las arterias).
De igual forma, beneficia a las personas que padecen de presión arterial alta, gracias a su contenido en potasio que ayuda a reducir los efectos del sodio en el cuerpo. La espinaca es fuente de vitamina K, nutriente importante para la buena salud, ya que actúa como modificador de las proteínas de la matriz ósea, mejora la absorción de calcio y puede reducir la cantidad de calcio que expulsa el cuerpo en la orina.
¿Cómo consumirla?
Existen diversas formas de consumir la espinaca y una de ellas es en jugo. Para preparar esta bebida solo se requiere coger varias hojas de espinaca, lavarlas, picarlas y agregarlas a la licuadora junto con un vaso de agua. Se licúa hasta que genere una mezcla homogénea y ya quedará lista para consumir. Se puede beber en la mañana, preferiblemente.
Adicionalmente, es posible combinarla con otros vegetales y frutas como naranja, plátano, piña, manzana, zanahoria y apio. También es viable sacar provecho de sus vitaminas y nutrientes agregándola a ensaladas, guisos y sopas.
Lo ideal, según los expertos, es que para potenciar los aportes saludables de la espinaca, se incorpore a una dieta equilibrada, acompañada de la práctica regular de ejercicio.