El té de manzanilla es una de las infusiones más saludables para el organismo, esta suele ser usada para cuestiones relacionadas con la digestión, además de lograr un efecto relajante en el cuerpo.

Sin duda alguna, la manzanilla es ideal para las personas que sufren problemas en los riñones, pues sus propiedades medicinales ayudan al adecuado proceso digestivo del cuerpo y la absorción de nutrientes.

El té de manzanilla puede mejorar infecciones urinarias. | Foto: GettyImages

Mito: el té de manzanilla es malo para los riñones

Popularmente se suele decir que el té de manzanilla es malo para el organismo, especialmente para los riñones, sin embargo, esto es más que un mito, ya que el efecto que causa esta infusión en los órganos es todo el contrario y su consumo puede traer grandes beneficios.

De acuerdo con la Biblioteca Digital de Medicina Tradicional Mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) “gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidanes es ideal para tratar todo tipo de problemas en los riñones ya que puede usarse como auxiliar para infecciones del tracto urinario”.

Tomar té de manzanilla diariamente puede tener efectos diuréticos en el cuerpo y es una excelente alternativa para ayudar a las personas en cualquier tratamiento relacionado con los riñones.

Esta infusión tiene otros beneficios como sus bajas concentraciones de químicos, además de evitar infecciones y tener un efecto calmante, por lo que es excelente para combatir el estrés y la ansiedad. De tal forma, es aconsejable tomar una taza de esta infusión al menos, una vez al día.

Propiedades medicinales de la manzanilla

El portal web Mejor con Salud, aseguró que “la manzanilla es una de las medicinas naturales más famosas a nivel mundial”. Su origen proviene de Europa Occidental, y normalmente es fácil encontrarla en prados y zonas herbosas.

En los supermercados puede encontrarse gran variedad de esta infusión, ya que muchas marcas han decidido sacar su propia infusión de manzanilla.

Estas son las cinco propiedades de la manzanilla para salud del organismo:

  • Digestiva
  • Antiinflamatoria y vaso dilatadora
  • Sedante
  • Sanadora
  • Aclarador natural
El té de manzanilla mejora la digestión. | Foto: Copyright Dazeley

Lo más común es recurrir a tomar una infusión de manzanilla para evitar sufrir problemas digestivos. Muchas personas deciden tomar manzanilla para evitar cólicos y otros problemas relacionados con el sistema digestivo.

Y es que la manzanilla es perfecta para aliviar dolores por gastritis, náuseas y vómitos. Además, también ayuda a relajar el músculo intestinal y elimina la acumulación de gases en el abdomen.

Además, también es muy utilizada como aclarador natural para el cabello. De hecho, muchos champús incluyen la camomila como ingrediente principal con el objetivo de vender a clientes que quieran cambiar el tono del cabello.

¿Cómo preparar infusión de manzanilla?

Aunque esta planta puede encontrarse en cualquier tienda de productos naturales o incluso en el supermercado, es recomendable optar por plantarla en casa y así, poder aprovechar al máximo sus propiedades medicinales.

Los pasos a seguir para hacer una infusión de manzanilla son:

  • En un cazo, vertir 1 taza de agua.
  • Colocar el agua a hervir y justo cuando alcance el punto de ebullición, retirar del fuego.
  • Agregar 1 cucharada de flores secas de manzanilla, tapar y dejar reposar durante 5 minutos.
  • Pasado ese tiempo, colar la infusión de manzanilla y ya estará lista para tomar o para ser utilizada como remedio natural.
La infusión de manzanilla puede evitar cólicos y otros problemas relacionados con el sistema digestivo. | Foto: Getty Images

Contraindicaciones de la manzanilla

Una vez conocidos todos los beneficios de la manzanilla, también es importante que esté al tanto de cuáles son su principales contraindicaciones, ya que su consumo podría ser contraproducente para la salud de algunas personas:

  • Personas que tienen alergia al polen, rinitis alérgica o sensibilidad a plantas como los crisantemos o la ambrosía.
  • Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia: En este caso, aunque no se ha demostrado que sea perjudicial, es importante consultar primero con el médico o ginecólogo.
  • Personas que están tomando medicamentos como ansiolíticos o anticoagulantes.