El bótox es producido a partir de una toxina proveniente de la bacteria Clostridium botulinum, la misma que provoca intoxicación alimentaria (botulismo). Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los médicos la usan en dosis mínimas para el tratamiento de afecciones de salud, como:

  • Eliminación temporal de las arrugas faciales.
  • Sudoración severa de las axilas.
  • Distonía cervical.
  • Blefarospasmo.
  • Estrabismo.
  • Migraña crónica.
  • Vejiga hiperactiva.

Según los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, las inyecciones de bótox funcionan de la siguiente forma: “Bloquean determinadas señales químicas de los nervios, principalmente las señales que hacen que los músculos se contraigan. El uso más frecuente de estas inyecciones es relajar temporariamente los músculos faciales que causan arrugas en la frente y alrededor de los ojos”.

La aplicación de esta toxina se realiza a través de una aguja muy fina en el músculo del área a la cual se le va a realizar el tratamiento. El bótox solo debe ser aplicado por profesionales, y antes de hacerlo es importante verificar que el lugar que lo ofrece cuenta con personas autorizadas y con el conocimiento para hacerlo. Las zonas del rostro más frecuentes donde se inyecta esta toxina es en la comisura de los labios, contorno de ojos y entrecejo.

Una de las dudas más grandes de las personas que siguen un tratamiento en la piel con base de bótox es qué le pasa a la misma cuando se deja de usar la toxina en el rostro. Precisamente Mayo Clinic explica lo siguiente:“Si usted decide dejar de usar el bótox, las arrugas de la frente volverán a lucir igual que antes de que empezara con las inyecciones. Su cara no se arrugará más como resultado del bótox y cuando lo suspenda, los músculos recuperarán la fuerza y el movimiento normales”.

Bótox: alternativas diferentes para la reducción de arrugas en el rostro

Mejor con Salud menciona algunas alternativas para tratar las arrugas o retrasar su aparición. Existen otros métodos diferentes al bótox que van desde cirugías hasta procesos naturales.

Minilifting

El bótox es una alternativa creada para aquellas personas que desean evitar las cirugías; sin embargo, hay quienes prefieren someterse a una teniendo presente que los procedimiento hoy en día son menor invasivos. Este proceso es usado para reposicionar la piel de las mejillas, los pómulos y el cuello. El Minilifting es ambulatorio y consiste en hacer pequeñas incisiones en la zona a tratar.

Viscoderm

Este proceso consiste en inyectar ácido hialurónico propuesto como una alternativa al bótox. El procedimiento y la forma de actuación y los efectos son distintos, aunque la duración es similar (seis meses). El objetivo principal de este compuesto es hidratar y rellenar; sin embargo, no se le considera un relleno, ya que estimula la producción de colágeno.

Dysport

Este compuesto es una neurotoxina y usado como una alternativa contraria al bótox. La diferencia es la técnica empleada y las dosis, que son más pequeñas; sin embargo, no hay estudios que lo respalden.

Myobloc

Esta es una inyección de toxina botulínica y funciona de la misma manera que la de Dysport. La Foods and Drugs Administration (FDA) asegura que sus efectos duran cuatro meses. Además, puede producir disfagia y dificultades respiratorias.

Láser

Esta es una opción no quirúrgica; según investigaciones mencionadas por el medio el uso del láser disminuye el fotoenvejecimiento y las arrugas. Se cree que esta alternativa al bótox es segura y eficaz para tratar cicatrices y despigmentación.