De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un estilo de vida saludable incluye dos hábitos clave: la alimentación balanceada y la actividad física regular.
Una dieta saludable ayuda a proteger al ser humano de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. “En todo el mundo, las dietas insalubres y la falta de actividad física están entre los principales factores de riesgo para la salud”, anota la OMS.
En sus pautas para una alimentación saludable, la OMS recomienda priorizar la ingesta de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales. En contraste, sugiere limitar el consumo de grasas saturadas, grasas trans y azúcares.
El consumo de ciertas semillas también ha tomado popularidad en las dietas saludables. Por ejemplo, a las semillas de girasol de les atribuyen numerosos beneficios para la salud.
Según reseña el portal Tua Saúde, las semillas de girasol aportan diversos beneficios para el organismo, por ejemplo, protegen la salud del corazón. Adicionalmente, su consumo podría ayudar a combatir el estreñimiento, favorecer el aumento de la masa muscular y cuidar la salud del cerebro.
Las semillas de girasol presentan un notable contenido de proteínas, fibras, vitamina E, selenio, cobre, zinc, folato, hierro y fitoquímicos, por lo que su consumo resulta beneficioso para la salud general del organismo.
Con el objetivo de aprovechar al máximo sus cualidades, estas semillas pueden consumirse en ensaladas, yogures y batidos. De hecho, también son el ingrediente base para el aceite de girasol.
Beneficios de consumir semillas de girasol
- Cuida la salud cardiovascular: Al ser ricas en grasas mono y poliinsaturadas, las semillas de girasol ayudan a regular los niveles de colesterol total, aumentando el bueno y disminuyendo el malo. A su vez, contribuyen a reducir los triglicéridos.
- Combate el estreñimiento: La semillas de girasol son ricas en fibra, por lo que estimulan el tránsito intestinal.
- Aumenta la masa muscular: Estas pequeñas semillas son una significativa fuente de proteína. Según anota Tua Saúde, tan solo dos cucharas poseen 5 gramos de proteína.
- Ayuda a disminuir los niveles de azúcar: “El consumo de semillas de girasol ayuda a ralentizar la digestión y la absorción de carbohidratos luego de las comidas, por ende regula el azúcar en la sangre evitando la hiperglucemia”, sintetiza el citado portal.
¿Qué vitaminas y minerales aporta al cuerpo el consumo de semillas de girasol?
El uso más frecuente que se da a esta semilla es el de extraer su aceite o cáscara y tostarlas para un aperitivo muy popular. Sin embargo, la recomendación es que sean utilizadas en ensaladas, debido a que su sabor complementa de gran manera los platos verdes gracias a tu textura crujiente.
También pueden ser agregadas a platos como desayunos y postres dulces. Las semillas de girasol se caracterizan por ser ricas en vitamina E, convirtiendo la semilla en un potente antioxidante, lo que ayuda a mantener sanas las células y así evitar diversas enfermedades.
Las semillas de girasol evitan que se oxide el colesterol, impidiendo así que se adhiera a las paredes de los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de eventos cardiovasculares.
Además, la vitamina E de los alimentos disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de colon, así como de complicaciones en personas con diabetes.
Para las mujeres que están en etapa menopáusica, etapa que en ocasiones puede ser un periodo molesto en la vida de las mujeres, las semillas de girasol puede volverse un gran aliado, ya que se ha visto que al incluir a las semillas en la dieta disminuye la severidad y la frecuencia de los bochornos.
La piel también agradecerá el consumo de estas semillas, debido a su alto contenido de vitamina E y ácidos grasos, contribuye a mantener la piel hidratada, además de prolongar el proceso de envejecimiento de la misma.