En muchas ocasiones el café es uno de los alimentos favoritos de las personas, además de ser una fuente de energía e incluso de bienestar. Esta bebida es una de las más tradicionales en el mundo y la lista de beneficios para la salud es larga.
De acuerdo con diversos análisis, el café se caracteriza por poseer un elevado contenido de antioxidantes y otros nutrientes. Así mismo, se ha determinado que ayuda a prevenir el cansancio y otras afecciones como la depresión, mejorando el humor y la buena disposición, indica el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
Es un alimento que contiene nutrientes esenciales para el organismo. Un artículo publicado en el diario El Confidencial de España asegura que una taza del mismo contiene riboflavina (vitamina B2), ácido pantoténico (vitamina B5), manganeso, potasio, magnesio y niacina.
Sin embargo, es importante ejercer control sobre su consumo para que pueda ser un producto que haga parte de un estilo de vida saludable. Uno de sus componentes principales es la cafeína, una sustancia que tiene muchos efectos sobre el metabolismo.
Por ejemplo, su ingesta ayuda a estimular el sistema nervioso central, lo que hace que la persona se sienta más despierta y con energía. De igual forma, según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, es un alimento diurético y aumenta la liberación de ácido en el estómago.
Como ya se mencionó, su consumo regulado es favorable, pero tomar en exceso también puede ocasionar algunos malestares en el organismo, esto debido a los efectos de la cafeína.
Más nerviosismo
Esta sustancia tiene aportes estimulantes que inciden especialmente en el sistema nervioso central. Tomada en las dosis justas, favorece una estimulación general y positiva en el conjunto del organismo, pero en cantidades elevadas, esa estimulación del sistema nervioso puede resultar excesiva y perjudicial, incrementando la ansiedad y el estrés prolongado, precia el portal de estilo de vida unCOMO.
De otra parte, tomar cantidades elevadas de esta bebida es posible que ocasione malestares estomacales o digestivos. Esto se debe a que el café tiene un ligero efecto laxante, por lo que si su ingesta es alta puede terminar desencadenando episodios de diarrea y dolor abdominal.
“Además, la cafeína favorece el aumento de la producción de ácidos en el estómago durante el proceso digestivo, por lo que, sobre todo las personas que sufren digestiones pesadas, reflujo gástrico o presentan úlceras estomacales, pueden ver incrementada estas dolencias con la ingesta excesiva de café”, precisa el mencionado sitio web.
Por otro lado, si se ingiere mucho café y, además, se toma en la noche, es posible que afecte los ciclos de sueño. Guadalupe Blay, coordinadora del Grupo de Nutrición y Metabolismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), citada en un artículo del diario La Vanguardia de ese país, asegura que la cafeína puede retrasar el sueño hasta 40 minutos más de lo normal porque es psicoactiva.
La experta explica que la vida media de esta sustancia en el organismo es de casi seis horas. Sin embargo, sus efectos no son los mismos en todas las personas, tal como sucede con el alcohol, pues la sensibilidad y la tolerancia depende de cada consumidor.
Presión arterial
El café en exceso también puede tener incidencia en la presión arterial. Está demostrado que la cafeína que contiene este producto ejerce un ligero efecto vasoconstrictor en las venas y arterias. Esta es la razón por la que, en cantidades elevadas, pueda provocar un aumento de la presión arterial, desaconsejable especialmente en personas hipertensas.
Por último, la incidencia de la cafeína en la activación del sistema nervioso, unida al efecto vasoconstrictor, puede causar un aumento de la frecuencia cardíaca o taquicardia y otras alteraciones, como las arritmias, si se consume en exceso. Por el contrario, cuando se ingiere en cantidades adecuadas, esta bebida puede resultar beneficiosa en este sentido.