En la alimentación las frutas y las verduras siempre son recomendadas por los especialistas, estos aconsejan incluirlas en la dieta diaria; las entidades encargadas de la alimentación, sugieren 5 raciones entre frutas y verduras, 3 de frutas y 2 de verduras diariamente.
Los expertos también aconsejan no excederse en el consumo, y lo ideal es hacerlo con la fruta entera; por su parte las verduras crudas son una excelente alternativa a la hora de almuerzo, pero en la noche se recomiendan cocidas, pues crudas se demoran más para hacer digestión.
En el portal Aucal explican algunas consecuencias de no incluir las frutas y las verduras en la alimentación:
- Se reducen las defensas del organismo, ya que las frutas y las verduras contienen muchos micronutrientes, que son responsables de mantener el sistema inmune sano.
- Sin la vitamina C se puede dar origen a bajas defensas, problemas de coagulación y anemia entre otros. Esta vitamina es una de las más comunes en frutas y verduras.
- Se puede correr el riesgo de no cubrir la cuota de fibra en la dieta que genera problemas intestinales y digestivos, uno de ellos es el estreñimiento.
- Las frutas y verduras también ayuda a verse bien, pues estos alimentos son ricos en carotenos, vitamina A, vitamina C y mucha agua, que incide en la belleza, principalmente en el cuidado de la piel, por lo tanto la carencia de frutas y verduras también afecta a la estética.
- Al no consumir las frutas y verduras se corre mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, porque se pierde contenido acuoso y potasio a la dieta, la cual, junto con la fibra previenen aterosclerosis, problemas circulatorios e hipertensión.
Algunos defienden no comer frutas con el argumento de su contenido en azúcar, pues aseguran que es demasiado elevado y que, reducir o evitar su consumo podría ayudar para la pérdida de peso.
En el portal Hola explican que al dejar de ingerir frutas el organismo está perdiendo vitaminas, nutrientes y fibra que los componen. Además, las frutas también aportan al organismo agua y antioxidantes.
Los antioxidantes sirven para prevenir el envejecimiento prematuro y gracias a su consumo, se logrará una piel más bonita. “Las semillas de la granada, por ejemplo, ayudan a proteger la dermis y la epidermis, ya que promueven la regeneración celular”, señalan en el sitio web Hola.
Frutas como el mango, el albaricoque, la papaya, la naranja y otras de color amarilla son ricos en betacarotenos y otros carotenoides que son ideales para el cuidado de la piel.
“Comer frutas y verduras, aumenta nuestra felicidad mucho más rápido de lo que la salud mejora en las personas, la motivación por comer comida sana aumenta gracias a los beneficios que otorga en la salud física, como la protección contra el cáncer. Sin embargo, el bienestar por un mayor consumo de frutas y verduras es casi inmediato“, explica Andrew Oswald, uno de los investigadores de la Universidad de Warwick (Reino Unido), quienes analizaron la importancia del consumo de estos alimentos para la felicidad.
La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 400 gramos diarios de frutas y verduras, principalmente se deben consumir de diferentes colores.
Los vegetales aportan nutrientes para el cuidado de la salud, de tal forma que los expertos los consideran como una “farmacia”. También ayudan a fortalecen el sistema inmune y ayudan a tener mejores defensas para hacerle frente a las infecciones y catarros.
En la reconocida dieta mediterránea las verduras juegan un papel importante, pues ayudan a cuidar el corazón y prevenir numerosas enfermedades.
El sitio web Iprofesional cita un estudio que se hizo con 469.551 participantes, en el cual se “encontró que una mayor ingesta de frutas y verduras se asoció con un riesgo reducido de muerte por enfermedad cardiovascular”.