En un informe del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se asegura que el consumo de carne roja aumenta el riesgo de cáncer colorrectal, con una precisión: la ingesta de embutidos o carne procesada también es perjudicial para la salud.

“Los expertos concluyeron que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18 %”, se puede leer en el comunicado de prensa. Y menciona que el consumo de carne, aunque tiene prelación en algunos hogares, varía según la zona, es decir, depende del país.

De acuerdo con la Clínica Mayo, posiblemente el costo de la carne es mucho mayor que otros alimentos, por esto sugiere consumir en un menor grado este producto y reemplazarlo por proteínas de origen vegetal como las lentejas y los frijoles que le aportan muchos nutrientes al organismo.

El doctor Kurt Straif, jefe del Programa de Monografías del CIIC dijo que “para un individuo el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”.

Y aunque el cáncer de colon colorrectal es el más notorio, ciertamente el cáncer de próstata y de páncreas tienen incidencia. Pero, ¿qué pasa en el cuerpo si se deja de consumir carne?

¿Qué le pasa al cuerpo si se deja de consumir carne?

Los vegetarianos suelen consumir proteínas de origen vegetal que reemplazan la carne, y por ende, su ingesta de calorías y grasa es menor, por lo que generalmente son personas más delgadas a diferencia de quienes tienen una ingesta de carne roja regular.

No obstante, la Clínica Mayo asegura que si se reduce el consumo de alimentos como los frutos secos, los mariscos y otros alimentos, también pueden incidir en el riesgo de muerte y el desarrollo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares o diabetes.

Los beneficios de los frutos secos en el rendimiento del corazón y del sistema cardiovascular. | Foto: Semana

Finalmente, la entidad sugiere mantener una dieta semivegetariana en donde los alimentos de origen vegetal son protagonistas, puntualizando que la dieta mediterránea es una opción viable para la salud del cuerpo.

Cambios que experimenta el cuerpo

El cuerpo también experimenta cambios internos y externos cuando se deja de consumir carne. Según el médico Mario Benedetti, en un artículo publicado en Mejor con Salud, la ingesta de carne tiene un aporte proteico, al igual que vitamínico, en donde minerales como el hierro y el zinc se destacan.

No obstante, señala que muchos beneficios experimenta el cuerpo cuando deja de consumir carne, como mantener saludable la microbiota intestinal.

La microbiota o flora intestinal cumple con funciones clave para el organismo. | Foto: Getty Images

También, cuando se deja de consumir carne la piel se vuelve más luminosa porque -según el sitio- los alimentos que se empiezan a incluir en un plan de alimentación son ricos en antioxidantes. Lo mismo ocurre con el consumo de fibra, que ayuda en la mejora del tránsito intestinal porque la alimentación se robustece con ella.

Por tanto, el estudio “¿El consumo de carne está asociado con la depresión? Un metanálisis de estudios observacionales, publicado en Psychiatry at Boston Medical Center y presidido por Yi Zhang, hizo un análisis de diferentes investigaciones concluyendo que la depresión podría estar asociada con ese trastorno. Sin embargo, se necesitan más evidencias.

Estudios hacen relación entre el alto consumo de carnes rojas y el cáncer. | Foto: Getty Images / Owen Franken

Además, como se mencionó más adelante, el consumo de carne ayuda en la pérdida de peso, sin embargo, coloca en riesgo la salud muscular, por lo que es importante consumir proteína líquida vegetal después de entrenar, señala Mejor con Salud.

Por último, se ven afectadas las papilas gustativas, por lo que la falta de consumo de carne afecta la absorción de zinc, por lo que el experto sugiere sustituirla por alimentos que absorban este oligoelemento esencial.