El tomate podría considerarse como uno de los alimentos más apetecidos por la mayoría de las personas. Incluso, tiene fama de ser muy nutritivo y saludable, ya que cuenta con una composición bastante variada que le puede brindar al organismo beneficios para la salud.

Además, se considera que, el consumo diario, pero equilibrado de tomate, no solo mejorará la salud en general, sino la calidad de los platos y de los alimentos que se consumen.

El magacín El Mundo Deportivo, en su sección de salud y bienestar, señala que tiene muy pocas calorías, aproximadamente 18 por cada 100 gramos; por lo tanto, es perfecto para incluir en la dieta y disfrutar de un alimento saciante, nutritivo y rico, sin que la silueta se resienta. Incluso, el 94 % de este fruto está compuesto por agua, por lo que ayudará a limpiar el organismo y reducir la retención de líquidos.

Asimismo, contiene propiedades antioxidantes, diuréticas y antiinflamatorias con muchos beneficios para la salud, lo cual ayuda a prevenir enfermedades, como cáncer de próstata, osteoporosis e infarto de miocardio, según el portal especializado en salud Tua Saúde.

Tiene muy pocas calorías, aproximadamente 18 por cada 100 gramos; por lo tanto, es perfecto para incluir en la dieta | Foto: GettyImages

En un estudio publicado en Canadian Medical Association Journal, se sugiere que los tomates tienen un efecto protector sobre el tracto digestivo. Gracias a su contenido en fibra, se estimula el movimiento peristáltico de los músculos digestivos y también la liberación de los jugos gástricos.

Beneficios del tomate para la salud

Ayuda a reforzar el sistema inmunitario

  • El jugo de tomate ayuda a reforzar el sistema inmunitario, fortalecer las defensas para prevenir y evitar infecciones, gripes, resfriados, etc.
  • El tomate es rico en vitaminas C, A, B, D y K, así como en antioxidantes, en potasio, calcio, fósforo y hierro.
El tomate reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. | Foto: Getty Images

Para el corazón

  • Un estudio publicado en British Medical Journal señala que el tomate contiene mucha fibra, así como potasio, vitamina C y colina (un tipo de vitamina B). Todos estos elementos reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
  • El potasio, por ejemplo, es ideal para regular tensión arterial y evitar el peligro asociado a las enfermedades isquémicas, según detalla este estudio publicado en British Medical Journal.
  • Una publicación de Annals of Nutrition and Metabolism afirma que el licopeno presente en los tomates regula los niveles del llamado “colesterol malo” o LDL y triglicéridos en la sangre.
La vitamina A, presente en los tomates, ayuda a cuidar de la visión, | Foto: Getty Images

Salud ocular

  • La vitamina A, presente en los tomates, ayuda a cuidar de la visión, según una información publicada en Community Eye Health Journal.
  • La vitamina A es un antioxidante esencial que combate los efectos negativos de los radicales libres y que cuida de la salud de los tejidos.

Mejora la salud de los huesos

  • Los tomates son una buena fuente de vitamina K, la cual actúa activando la osteocalcina, una proteína necesaria para el crecimiento y mineralización del hueso, evitando así el desarrollo de algunas enfermedades, como la osteoporosis.

Contrarrestar el efecto de humo del cigarrillo

  • Dos componentes de los más importantes en este alimento son el ácido cumárico y el ácido clorogénico. Según una investigación publicada en Journal of Agricultural and Food Chemistry, estos elementos contribuyen a luchar contra las nitrosaminas que se producen en el cuerpo.
  • Las nitrosaminas son los principales agentes carcinógenos que se encuentran en el humo de los cigarrillos.

Para una piel más sana

  • Tanto el consumo como la aplicación externa de tomate puede ser beneficiosa para la salud de la piel.
  • Una investigación publicada en Scientific Reports señala que el licopeno contenido en los tomates ayuda a proteger la piel contra los rayos ultravioleta.

Prevenir la anemia

  • Contiene una buena cantidad de vitamina C, necesaria para que se absorba el hierro de los alimentos a través del intestino, especialmente los de origen vegetal, ayudando así a prevenir la anemia.