Muchas personas han cambiado su rutina de alimentación y estilo de vida para prevenir enfermedades, mejorar la digestión y equilibrar el pH. En medio de la búsqueda por cumplir con estos objetivos, algunos incorporan la limonada a su consumo diario, pensando que esta puede beneficiarles en varios aspectos de la salud.
Sin embargo, beber agua con limón (ya sea fría o caliente, sola o con otros ingredientes), no aporta ningún beneficio real a la salud y tampoco ayuda a prevenir enfermedades.
Muchos mitos acerca del consumo de esta bebida se han vuelto populares y la verdad es que no resulta tan beneficiosa como se ha pretendido afirmar.
¿Son ciertos los beneficios del consumo de limonada?
El limón es una alta fuente de vitamina C, fibra alimentaria y otros nutrientes. Sin embargo, su consumo en forma de limonada no supone ningún beneficio para la salud.
La limonada o el agua con limón, puede consumirse como una bebida refrescante, dentro de una alimentación equilibrada y un estilo saludable, en general. El agua es un elemento esencial para que el organismo realice todas sus funciones correctamente.
Para disfrutarla con un ligero toque de sabor, las personas pueden añadirle una rodaja de limón o de naranja. La idea es aprovechar el “sabor” para asegurarse de consumir suficiente cantidad de líquido a lo largo del día y así, mantener una buena hidratación. No se trata de un “potente” remedio ni una cura inmediata; tampoco es un tratamiento coadyuvante. Y, en definitiva, no es en absoluto recomendable sustituir comidas por esta bebida para obtener beneficios inmediatos.
Aunque el limón es una fruta cítrica que contiene varias propiedades beneficiosas para el organismo, su consumo a manera de limonada resulta insuficiente para obtenerlos. A continuación, se menciona qué tan ciertos son los supuestos beneficios que se le atribuyen.
Fortalecer las venas
De acuerdo con ondacero.es, “se ha afirmado que el consumo de limonada a diario puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea, el tono muscular, la resistencia vascular, prevenir (o tratar, según sea el caso) afecciones cardiovasculares inflamatorias e, incluso, fortalecer las paredes de las venas”. Lo anterior, debido a los antioxidantes y el potasio que aporta el limón.
Sin embargo, todo esto viene a ser un mito. La cantidad de limón en esta bebida es insuficiente como para brindar tales beneficios. Así que si eliges beber limonada, que sea porque te gusta su sabor, no porque creas que va a brindarte beneficios extraordinarios o mejorar tu calidad de vida.
Prevenir la osteoporosis
También se ha afirmado que la vitamina C del limón ayudaría a “aumentar” la densidad de los huesos, debido al desarrollo osteoblástico de la matriz ósea. Por otra parte, el portal mejorconsalud.com destacó que “se ha afirmado que beber limonada podría estimular la formación de cartílagos entre las articulaciones, con lo cual, se obtendrían mejoras para el aparato óseo en general”.
Esto no está científicamente comprobado y no está bien planteado. Nuevamente, la cantidad de limón en la bebida resultaría insuficiente como para pretender que pueda brindar beneficios tan “potentes” al organismo.
Desintoxicar
El beneficio más atribuido (y popular de todos) al consumo de limonada a diario es la “desintoxicación del organismo” y limpieza del tracto urinario. Supuestamente, la bebida ayudaría a “acelerar” la eliminación de elementos innecesarios del cuerpo a través de la orina.
Por otra parte, se ha dicho que inhibiría la capacidad renal de reabsorber el sodio y limpiar el organismo de este macromineral. Pero, no hay que fiarse de todo lo que promete ser una dieta “detox”. El organismo no necesita que la persona beba limonada, ni ninguna otra bebida para estar limpio y sano.
En relación a esto, una entrada del Servicio de Información y Noticias Científicas señaló que “el organismo se depura por sí solo, gracias al trabajo del hígado (metabolización) y del riñón (eliminación), que mantienen a raya los posibles efectos de la contaminación de los alimentos”.