El glaucoma es un grupo de enfermedades que pueden dañar al nervio óptico del ojo. Esto resulta en alguna pérdida de la visión o en ceguera, de acuerdo con el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que la afección es una de las principales causas de ceguera para las personas mayores de 60 años y puede producirse a cualquier edad, pero es más común en adultos mayores.
No obstante, existen otros factores de riesgo, según la entidad sin ánimo de lucro:
- Tener presión interna ocular alta (presión intraocular).
- Tener más de 60 años.
- Ser afroamericano, asiático o hispano.
- Tener antecedentes familiares de glaucoma.
- Tener determinadas enfermedades, como diabetes, una enfermedad cardíaca, presión arterial alta o anemia drepanocítica.
- Tener córneas delgadas en el centro.
- Tener miopía o hipermetropía extremas.
- Haber tenido una lesión en el ojo o ciertos tipos de cirugía ocular.
- Tomar corticoesteroides, especialmente gotas oftálmicas, durante un largo tiempo.
Adicional, una mala alimentación puede producir daños en los nervios y la circulación, según el periódico Prensa Libre, y por ello enumeró algunos alimentos que es mejor evitarlos cuando se tiene glaucoma. De todos modos, antes de eliminar un alimento lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona. Dicho lo anterior, los alimento son:
Cafeína: esta bebida puede elevar la presión intraocular por 1 a 3 horas, según estudios.
Azúcar: un nivel elevado de azúcar en la sangre puede generar diabetes y dicha enfermedad aumenta el riesgo de padecer glaucoma.
Comida procesada: lo mejor es evitar las salchichas, las hamburguesas, los embutidos para prevenir el glaucoma y otras enfermedades.
Agua en exceso: aunque el líquido es importante su exceso puede ser perjudicial, pues el medio señaló que “se ha visto que hasta el 80 % de las personas que consumen 1 litro de agua en un período de menos de 10 minutos, se les puede subir la presión intraocular”.
Por su parte, la entidad sin ánimo de lucro reveló algunos consejos que pueden ayudar a controlar la presión ocular alta o promover la salud ocular:
- Dormir con la cabeza elevada. Se ha demostrado que el uso de una almohada con forma de cuña que mantenga la cabeza ligeramente elevada, unos 20 grados, reduce la presión intraocular mientras se duerme.
Adicional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que una dieta sana incluye:
- Frutas, verduras, legumbres (tales como lentejas y alubias), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados).
- Al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, excepto papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos.
- Menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2.000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5 % de la ingesta calórica total. Los azúcares libres son todos aquellos que los fabricantes, cocineros o consumidores añaden a los alimentos o las bebidas, así como los azúcares naturalmente presentes en la miel, los jarabes y los zumos y concentrados de frutas.
- Menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas. Las no saturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos y en los aceites de girasol, soja, canola y oliva) son preferibles a las saturadas (presentes en la carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de cerdo), y las grasas trans de todos los tipos, en particular las producidas industrialmente (presentes en pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, obleas, aceites de cocina y pastas untables) y de rumiantes (presentes en la carne y los productos lácteos de rumiantes como vacas, ovejas, cabras y camellos). La OMS sugirió reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10 % de la ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1 %. En particular, las grasas trans producidas industrialmente no forman parte de una dieta saludable y se deberían evitar.