La dopamina es un neurotransmisor que se produce en diferentes partes del sistema nervioso, en especial, en la sustancia negra. Según explica Sanitas, entidad de salud, también es una neurohormona liberada por el hipotálamo, que tienen como función inhibir la liberación de prolactina del lóbulo anterior de la hipófisis.

Este neurotransmisor también está involucrado en las emociones, procesos cognitivos, control de movimientos, la función cardíaca, el aprendizaje, la capacidad de atención y los movimientos intestinales. Su desgaste o daño está relacionado con el desarrollo de algunas enfermedades como párkinson, esquizofrenia y trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Es considerada como el centro del placer, el cual motiva a las personas a repetir conductas que le brindan placer o bienestar general. “Esta sustancia se libera tanto con estímulos agradables como desagradables, y con esto evita situaciones o movimientos que fueron tortuosos o dolorosos”, menciona el portal especializado Salud 180.

Las personas necesitan un nivel suficiente de dopamina para un buen funcionamiento del organismo; pero también se requiere que esté repartida adecuadamente para cumplir su papel en diferentes funciones. Influye en el impulso para ser competitivos, reaccionar en defensa de un peligro, el estado de ánimo y el comportamiento. De acuerdo con el hospital San Fernando, " se considera como el neurotransmisor del placer, es clave para promover los procesos de seducción, la sexualidad y el deseo”.

Funciones de la dopamina

1. Aumentar la libido: está asociada con esto debido a que durante el acto sexual los niveles de dopamina aumentan, proporcionando una mayor sensación de placer.

2. Promover el aumento de la masa muscular: algunos alimentos ricos en proteínas, recetados para quienes deseen aumentar la masa muscular, también funcionan para incrementar la dopamina, generando una sensación de placer al comer este alimento.

4. Control de los movimientos: la dopamina ayuda a controlar los movimientos corporales. Por eso, la cantidad de este neurotransmisor en el organismo está directamente relacionada con el desarrollo del Parkinson.

5. Garantizar la salud intestinal: según detalla Tua Saúde los estudios explican que los niveles de dopamina “aumentan con el consumo de probióticos, ya que existen algunas especies de bacterias, como Coprococcus e Dialister, que viven en el intestino y están relacionadas con la producción de este neurotransmisor, el cual promueve buena salud intestinal”.

Aunque la dopamina es producida por el organismo, sus niveles pueden aumentar debido al consumo de algunos alimentos con un contenido alto de tirosina como los huevos, pescados, carnes y fríjoles, señala Tua Saúde. Asimismo, también puede ocurrir la falta de este neurotransmisor, causando alguno efectos negativos en el organismo.

Sus niveles bajos se asocian con problemas de socialización, como ansiedad social y apatía, y los niveles altos con hiperactividad, hipersexualidad e hipersocialización. De acuerdo con el portal Nara el déficit de este neurotransmisor puede causar otros efectos en las personas como la debilidad y la depresión. También existen otros síntomas relacionados con esto:

  • Falta de interés general y de motivación.
  • Dificultad para sentir placer.
  • Patrón del sueño alterado.
  • Síndrome de piernas inquietas.
  • Tristeza y sentimiento de culpabilidad.
  • Fatiga.
  • Falta de memoria y dificultad de concentración.
  • Aumento de peso.
  • Comportamientos impulsivos y autodestructivos.

En un artículo publicado en Business Insider, el psiquiatra y director del Pacific Brain Health Center del Pacific Neuroscience Institute en el Providence Saint John’s Health Center en Santa Monica, California, David A. Merrill, ratifica que los niveles de esta sustancia deben ser los ideales para el cuerpo. Una escasez de dopamina, por ejemplo, puede afectar directamente el sustento de una persona según un estudio de 2020, que examinó cómo ésta ayuda a las personas a determinar qué tareas valen la pena.

Indica la publicación, que los investigadores encontraron que los participantes con niveles más altos de dopamina tenían más probabilidades de centrarse en las recompensas de una tarea y optaron por completar las tareas con las recompensas más altas. Aquellos con niveles más bajos se concentraron más en la dificultad de la tarea.