Los niveles elevados de glucosa en el torrente sanguíneo pueden ocasionar perjuicios en los nervios, lo que se denomina neuropatía diabética. La prevención o la desaceleración del progreso de esta afección son posibles al mantener los niveles de azúcar en sangre lo más cercanos posible a los valores deseados y llevar un estilo de vida saludable.

La gestión de los niveles de glucosa en sangre se erige como un pilar fundamental en el plan de atención de la diabetes de una persona. No solo contribuye al bienestar cotidiano, sino que también puede prevenir problemas de salud graves en el futuro.

El portal ethic.es aseguró que “el daño a los nervios emerge como una complicación potencial cuando se mantienen niveles elevados de glucosa en sangre durante un período prolongado”. Estos niveles elevados provocan daños en los nervios, lo que puede resultar en la interrupción de la transmisión de señales a diversas partes del cuerpo. Estos daños pueden dar lugar a una gama de problemas de salud, desde una ligera sensación de entumecimiento hasta dolores que dificultan las actividades normales.

La diabetes es un factor para el desarrollo de diferentes enfermedades. | Foto: Getty Images

Se estima que la mitad de las personas con diabetes experimentan algún grado de daño en los nervios. Afortunadamente, es posible prevenir o retrasar este proceso manteniendo los niveles de glucosa en sangre tan próximos a los valores deseados como sea factible.

Por lo general, los síntomas de daño en los nervios se desarrollan gradualmente, por lo que es fundamental prestar atención temprana a cualquier señal que indique su presencia, a fin de tomar medidas para evitar que se agraven.

Daños en los nervios autónomos

Los daños en los nervios autónomos afectan el corazón, la vejiga, el estómago, los intestinos, los órganos sexuales o los ojos. Los síntomas pueden incluir:

  • Problemas en la vejiga o los intestinos que podrían causar pérdida de orina, estreñimiento o diarrea.
  • Náuseas, pérdida del apetito y vómitos.
  • Cambios en cómo los ojos se ajustan de la luz a la oscuridad.
  • Respuesta sexual reducida, incluso problemas para tener erecciones en los hombres o sequedad vaginal en las mujeres.

Daños en los nervios proximales

Los daños en los nervios proximales afectan los nervios de los muslos, las caderas, las nalgas o las piernas. También pueden afectar el estómago y el área del pecho. Los síntomas pueden incluir:

  • Dolor intenso en una cadera y un muslo o una nalga.
  • Problemas para ponerse de pie desde una posición de sentado.
  • Dolor de estómago intenso.
La diabetes puede afectar los nervios de las caderas. | Foto: GettyImages

Daños en los nervios focales

Los daños en los nervios focales afectan nervios individuales, más a menudo en una mano, la cabeza, el torso o una pierna. Los síntomas pueden incluir:

  • Problemas para enfocar la vista o tener visión doble.
  • Dolores detrás de un ojo.
  • No poder mover un lado de la cara (parálisis de Bell).
  • Adormecimiento u hormigueo en las manos o los dedos.
  • Debilidad en la mano que podría hacer que se le caigan las cosas.

Consejos para prevenir o retrasar daños en los nervios

“La clave para prevenir o retrasar el daño en los nervios radica en mantener los niveles de azúcar en sangre lo más próximos posible a los valores deseados”, así lo dio a conocer medlineplus.gov.

Además, existen otras acciones que una persona puede llevar a cabo:

  • Controlar la presión arterial: mantener la presión arterial por debajo de 140/90 mm Hg o el valor recomendado por el médico es esencial.
  • Ejercicio regular: la actividad física regular es fundamental para mantener una buena salud en general y ayudar en la gestión de la diabetes.
  • Control de peso: en caso de sobrepeso, perder peso de manera gradual y bajo supervisión médica puede ser beneficioso.
  • Moderar o evitar el consumo de alcohol: limitar o eliminar el consumo de alcohol puede contribuir a mantener la salud y el bienestar.
Los daños en los nervios pueden prevenirse con ejercicio constante. | Foto: Thomas M. Barwick INC
  • Dejar de fumar o no empezar: el tabaquismo puede agravar los problemas de salud relacionados con la diabetes, por lo que es importante evitarlo o buscar ayuda para dejar de fumar.
  • Seguir un plan de alimentación saludable: mantener una dieta equilibrada y adecuada para la diabetes es esencial para controlar los niveles de azúcar en sangre.
  • Tomar medicamentos según indicaciones médicas: si el médico ha recetado medicamentos para la diabetes, es importante seguir las indicaciones precisas para lograr un control efectivo de la enfermedad.

Siguiendo estas pautas y manteniendo un estilo de vida saludable, se pueden reducir significativamente los riesgos de daño en los nervios debido a niveles elevados de azúcar en sangre.