Normalmente, el hipo puede estar relacionado con causas que no se deben a una enfermedad subyacente; es decir, a beber o comer demasiado rápido, a las bebidas gasificadas, entre otras variables.
Sin embargo, cuando a la persona le dura más de 48 horas, los expertos en salud lo definen como un hipo crónico y se considera una afección médica grave.
Aseguran los expertos que este es causado por un espasmo involuntario del diafragma, seguido por el cierre rápido de las cuerdas vocales que produce un sonido distintivo. Además, un hipo crónico suele interrumpir el sueño y puede dificultarle a una persona, comer o beber.
Si bien el hipo crónico no tiene una causa clara, en el portal Medical News Today destacan que los medicamentos o una afección médica podrían ser los responsables.
También aseveran que un hipo crónico puede ser un síntoma de una enfermedad gastrointestinal, la cual afecta el estómago, la garganta, el intestino delgado y grueso, el hígado, la vesícula y el páncreas.
“Ha habido reportes de personas que desarrollan hipo crónico después de someterse a una cirugía cerebral y procedimientos gastrointestinales, como gastroscopia (...) Algunos medicamentos están relacionados con el hipo crónico. Estos incluyen los medicamentos que se usan en combinación, como quimioterapia y corticosteroides, que se usan para tratar algunas afecciones, incluyendo alergias graves y enfermedades de la piel”, agregan en el portal citado anteriormente.
Para mejorar esta afección recomiendan descansar suficiente, comer y beber pequeñas cantidades de alimentos y líquidos de forma regular y tener en cuenta las posibles complicaciones.
No obstante, los expertos también aconsejan que la persona acuda al médico, de modo que este ordene varios exámenes que permitan establecer si hay o no alguna afección que pueda ser responsable del hipo crónico.
Remedios caseros para el hipo
- Taparse la nariz y hacer fuerza para soltar el aire contrayendo el tórax, llamada maniobra de Valsalva, que es otra forma de estimular los nervios del tórax;
- Simular un estornudo, ya que esto ayuda al diafragma a que funcione de manera adecuada.
- Aguantar la respiración lo máximo que se consiga o respirar dentro de una bolsa de papel, porque aumenta los niveles de CO2 en la sangre y estimula el sistema nervioso.
- Respirar profunda y lentamente, para estirar el diafragma y los músculos de la respiración.
- Agarrar un susto o reírse bastante, porque libera adrenalina que interfiere en el funcionamiento cerebral y estimula los nervios musculares.
- Beber un poco de agua con el cuerpo inclinado hacia delante o hacia abajo, ya que esto relaja el diafragma.
- Presionar el diafragma, puesto que el diafragma separa el abdomen de los pulmones. Utilizar las manos para aplicar presión en el área justo debajo del extremo del esternón.
- Comer una cucharada de azúcar, vinagre, miel, limón o jengibre, pues son sustancias que estimulan las papilas gustativas, sobrecargan los nervios de la boca y ocupan el cerebro con otros estímulos, haciendo relajar el diafragma.
- Colocarse una compresa fría en la cara, para ayudar a controlar a respiración.
- Golpear o frotar la parte de atrás del cuello. Frotar la piel en la parte de atrás del cuello puede estimular el nervio frénico.
- Tocar el fondo de la garganta con un hisopo de algodón. Colocar suavemente el hisopo/topito de algodón en el fondo de la garganta hasta que se sienta náusea o la persona tosa. El reflejo de náusea puede estimular el nervio vago.
- Abrazar las rodillas. Sentarse en un lugar cómodo. Llevar las rodillas hacia el pecho y sostenerlas allí durante dos minutos.