A la vitamina B9 también se le conoce como folato o ácido fólico, y es una sustancia que cumple un papel clave en la formación de glóbulos rojos y en el crecimiento y la función saludable de las células.

El ácido fólico es reconocido como un nutriente esencial durante el comienzo del embarazo para reducir el riesgo de defectos de nacimiento en el cerebro y la espina dorsal.

Según información del instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic, la dieta que carece de alimentos ricos en folato o ácido fólico puede conducir a una deficiencia, la cual también puede presentarse en personas que tienen afecciones, como la enfermedad celíaca, que no permiten que el intestino delgado absorba los nutrientes de los alimentos.

La cantidad diaria recomendada de folato para los adultos es de 400 microgramos (mcg). Las mujeres adultas que están planeando un embarazo o que podrían quedar embarazadas deberían consumir entre 400 y 1.000 microgramos de ácido fólico por día.

La biblioteca médica MedlinePlus indica que esta vitamina se encuentra naturalmente en alimentos como hortalizas de hojas verdes, frutas cítricas y frijoles. También se puede obtener de manera sintética en suplementos y alimentos fortificados.

De acuerdo con los expertos, este nutriente es hidrosoluble. Las cantidades sobrantes de la vitamina salen del cuerpo a través de la orina. Eso quiere decir que el cuerpo no lo almacena, por lo que se debe consumir de manera regular para evitar su deficiencia.

Las funciones de la vitamina B9 en el cuerpo son diversas. Ayuda en el crecimiento de los tejidos y en el trabajo celular, trabaja junto con la vitamina B12 y la vitamina C para ayudar al organismo a descomponer, utilizar y crear nuevas proteínas, aporta en la formación de los glóbulos rojos (previene la anemia) y ayuda a producir ADN, el pilar fundamental del cuerpo humano, que transporta información genética.

Causas

Las principales causas que llevan a la deficiencia de ácido fólico se dan por una dieta inadecuada, lo cual se puede dar por consumo limitado de alimentos frescos o mínimamente cocidos, precisa un artículo publicado en el portal Cuídate Plus.

Esta situación también puede presentarse por síndromes de malabsorción, como enfermedad celíaca o interacciones con medicamentos como anticonvulsivos y anticonceptivos orales.

Otra de las razones es la pérdida por hemodiálisis, uso deficiente de determinados medicamentos; consumo de verduras demasiado cocidas, ya que el folato se puede destruir fácilmente y diálisis renal.

¿Qué puede causar en el organismo?

La deficiencia de folato o ácido fólico puede generar diversas complicaciones de salud como, por ejemplo, diarrea, encanecimiento del cabello, ulceras bucales, úlcera péptica, retraso en el crecimiento, hinchazón de la lengua y también puede conducir a que se presenten ciertos tipos de anemia, según información de MedlinePlus.

Por estas razones su consumo diario es determinante. El folato se encuentra en forma natural en alimentos como las hortalizas de hojas verdes y oscuras, guisantes y fríjoles secos, frutas y jugos de cítricos. También se puede hallar en alimentos fortificados o enriquecidos como panes, cereales, harinas, harinas de maíz, pastas, arroz y otros productos de granos.

De acuerdo con los especialistas, hay productos específicos para el embarazo que se pueden conseguir en el mercado y que han sido fortificados con ácido fólico. Algunos de estos contienen niveles que cumplen o exceden la cantidad diaria recomendada (CDR) de folato.

Si bien el ácido fólico es clave para el organismo, su exceso también puede resultar perjudicial. Una persona no debería obtener más de 1.000 microgramos al día. El consumo de niveles más altos de ácido fólico puede disimular la deficiencia de vitamina B12, que ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al mantenimiento del sistema nervioso central.

De acuerdo con los especialistas, la mejor manera de obtener los requerimientos diarios de vitaminas esenciales es consumir una amplia variedad de alimentos y evitar el exceso de suplementos.