Cuando los riñones se inflaman es por un trastorno renal llamado nefritis que, según lo explica el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, es una afección por la que se inflaman los tejidos del riñón y se dificulta la filtración de los desechos de la sangre.
Además, explica que las causas de la nefritis son infecciones, afecciones inflamatorias (como el lupus), ciertas afecciones genéticas y otras enfermedades o afecciones.
Asimismo, otras causas son tomar determinados medicamentos o exponerse a ciertas sustancias químicas.
En consecuencia, señaló que los signos y síntomas de la afección son sangre y proteínas en la orina; presión arterial alta; hinchazón de la cara, las manos, los pies y las piernas; cansancio y anemia.
Así las cosas, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos señaló que el tratamiento depende de la causa del problema, pero la restricción en la sal y líquidos en la dieta puede mejorar la hinchazón y la presión arterial alta.
Adicional, la restricción de proteína en la dieta puede ayudar a controlar la acumulación de productos de desecho en la sangre (azotemia), lo cual puede llevar a que se presenten síntomas de insuficiencia renal aguda.
Por su parte, hay que señalar que todos los seres humanos pierden parte de la función renal mientras van envejeciendo y una persona puede sobrevivir incluso con solamente un riñón.
Por ello, para mantener sanos los riñones, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales que parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, reveló cómo hacerlo:
1. Tener una dieta saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
2. Realizar actividad física. Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
3. Limitar la ingesta de alcohol. Una bebida diaria si es mujer y dos bebidas diarias si es hombre.
4. Dejar de fumar. El humo del tabaco contiene más de 60 sustancias químicas conocidas que causan cáncer y miles de otras sustancias nocivas.
5. Dormir lo suficiente. La mayoría de los adultos necesitan entre siete y ocho horas de sueño diarias.
6. Tener un peso saludable. El Ministerio de Salud en su página web explicó que para saber si una persona está en un peso saludable, existen algunos métodos confiables. Uno es la determinación del Índice de masa corporal (IMC), que describe la relación entre peso y estatura y para calcular el IMC se necesita conocer el peso y la estatura y se aplica una sencilla fórmula matemática que consiste en dividir el peso entre la estatura al cuadrado: IMC = Peso (Kg) / Estatura al cuadrado (Mt).
Ejemplo: Una persona pesa 64 Kg y mide 1.5 metros: 64 / 1.5 x 1.5 = 28.44. Este dato indica el IMC de la persona (28.44) se encuentra en los valores correspondientes a sobrepeso.
Criterios de evaluación del IMC:
- Si el IMC es inferior a 18.5, está dentro de los valores correspondientes a “delgadez o bajo peso”.
- Si el IMC es entre 18.5 y 24.9, está dentro de los valores “normales” o de peso saludable.
- Si el IMC es entre 25.0 y 29.9, está dentro de los valores correspondientes a “sobrepeso”.
- Si el IMC es 30.0 o superior, está dentro de los valores de “obesidad”.