La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) explica dos conceptos que se deben tener presentes cuando una persona deja de comer a causa de pobreza, huelgas de hambre voluntarias o condiciones médicas.

Se considera hambruna a la carencia grave de alimentos que casi siempre afecta a una población o área geográfica determinada. La consecuencia es la muerte por inanición de la población afectada, precedida por una grave desnutrición o malnutrición. La inanición es una condición patológica en la que la falta de consumo de alimentos amenaza o causa la muerte.

Los seres humanos pueden morir por frío extremo después de seis a 12 horas de exposición o por sed después de unos cuantos días sin consumir agua o líquidos, pero de hambre solo después de algunas semanas si la persona se encontraba en buen estado de salud cuando tuvo que privarse de alimentos por primera vez.

El portal Grandes Medios menciona que cuando el cuerpo empieza a experimentar la inanición se encienden las alarmas, ya que el organismo inicia un plan de emergencia que tiene tres etapas. Este proceso médicamente ocurre cuando el cuerpo experimenta una grave reducción en las calorías y nutrientes, lo que lleva al paciente a una extrema debilidad.

Cuando una persona deja de comer por largos períodos de tiempo se cree que la muerte llega de manera fulminante; sin embargo, este proceso puede tardar semanas e incluso meses. “Que el cuerpo perezca por no ingerir alimentos, aparte de lento, es un proceso bastante angustiante y tortuoso. De hecho, el organismo trata de adaptarse a ese estado paulatinamente hasta que ya no puede más”.

La inanición es una condición patológica en la que la falta de consumo de alimentos amenaza o causa la muerte. | Foto: Getty Images

Fases metabólicas de la inanición

Primera fase

Se cree que una persona puede durar sin oxígeno de 5 a 10 minutos, y sin agua apenas un par de días o una semana máximo. Según el medio, pueden pasar dos meses antes de que una persona muera por falta de alimentos.

“Durante la primera fase el cuerpo elige comenzar a quemar la glucosa, que es la principal fuente de energía del organismo y responsable de mantenerlo funcionando. Un cuerpo saludable (bien alimentado) descompone las moléculas de glucógeno para dar paso a la producción de glucosa. Tras alimentarse, una persona promedio puede tardar hasta seis horas en volver a sentir hambre”, señala la web.

Segunda fase

Esta fase comienza con un cambio metabólico: la quema de grasa, pues “luego de que el cuerpo consume toda la glucosa, comienza a girar hacia los ácidos grasos, biomoléculas formadas por cadenas hidrocarbonadas lineales. En palabras más sencillas son una especie de bloques de construcción que forman parte de las moléculas grasas almacenadas en los tejidos para que el cuerpo se alimente”.

Este proceso puede prolongarse durante algunos días e incluso semanas y se conoce en el mundo médico como cetosis, que es cuando el hígado comienza a metabolizar los ácidos grasos y otros derivados más pequeños denominados cuerpos cetónicos para reemplazar la glucosa como principal fuente de energía.

Una persona puede morir de hambre solo después de algunas semanas si la persona se encontraba en buen estado de salud cuando tuvo que privarse de alimentos por primera vez. | Foto: Getty Images

Tercera fase

“Cuando el organismo ha quemado toda la grasa, entonces comienza la fase tres de la inanición. El cuerpo comienza a usar sus reservas de proteínas restantes. La persona sentirá un rápido agotamiento muscular y las células del cuerpo comenzarán a descomponer las proteínas en aminoácidos para que el cerebro las devore”, dice el medio.

Para que las células funciones de manera correcta necesitan en gran parte de estas proteínas, al no tenerlas, el cuerpo comienza a decaer rápidamente. Es una especie de fase de “canibalismo interno” llamada catabolismo, en la que el metabolismo se come a sí mismo buscando alguna fuente de energía para sobrevivir.