Tradicionalmente, el agua con vinagre y bicarbonato se ha empleado de múltiples maneras para todo tipo de remedios de salud y belleza. Ambos son eficaces, económicos y fáciles de conseguir; por lo que mezclarlos es sacarle provecho al potencial de cada uno.

Uno de los usos más frecuentes de esta mezcla es para hacer limpiadores para el hogar caseros y para tratamientos que laven naturalmente el cabello, dándole un toque sedoso y libre de grasa. No obstante, ambos productos se pueden emplear para remedios caseros que previenen ciertas enfermedades y mantengan el peso ideal.

Con base a la información del portal especializado en el cuidado personal, Mejor con Salud, la mezcla aporta los beneficios del vinagre de la manzana y del bicarbonato de sodio. Los dos elementos tienen pH opuestos, dado que uno es alcalino y el otro es un ácido. ¿Qué implica esto? Resulta que al ser contrarios, no hay riesgo de alterar el pH interno del organismo al consumirla.

Las personas tienden a consumir solamente bicarbonato para combatir las alteraciones ocasionadas por la acidez gástrica. Sin embargo, cuando se mezcla con el agua con vinagre, esta dejará de cumplir esa función, debido a que el pH del ácido estomacal se alteraría, incrementando la acidez. Haciendo referencia a los beneficios de la mezcla, la primera consta en que es un alimento medicinal, permitiendo depurar el organismo y, a la par, revitalizarlo.

La única desventaja de la mezcla es que no se puede implementar para combatir la acidez estomacal. | Foto: Getty Images

Esto ocurre debido a que ambos cuentan con abundantes valores nutricionales, tales como el contenido de vitaminas A, B, enzimas, ácidos grados esenciales y minerales (calcio, fósforo y potasio). Por otro lado, también ayuda a la eliminación de determinadas toxinas por medio de la cantidad de azufre. Su consumo hace que actúe directamente en el hígado, permitiendo metabolizar de mejor manera las grasas.

Todavía no acaban los beneficios, aún hay más. Otro de los aspectos positivos de esta mezcla tiene que ver con las infecciones urinarias. Gracias a su composición, ayuda a mantener limpias las vías donde circula la orina, la cual se caracteriza por ser ácida. Sumado a ello, también cumple una función diurética, permitiendo la eliminación eficaz de líquidos en exceso.

El agua de vinagre junto con el bicarbonato mejoran la condición urinal de una persona que tenga dificultades para ir al baño. | Foto: Getty Images

Con respecto al peso, la mezcla de agua de vinagre con bicarbonato de sodio permite a reducirlos, debido a que acelera el metabolismo y elimina los excesos de grasa, reduciendo los niveles de colesterol, triglicéridos y ácido úrico. Otro de los beneficios está relacionado con su alto contenido en vitamina A, el cual previene la sequedad ocular, aparte de controlar las flatulencias y sensación de pesadez.

Entre los muchos beneficios, se destaca el relacionado a eliminar los síntomas ocasionados por resfriados. | Foto: Getty Images

Quizás uno de los mejores aspectos positivos es su aporte a combatir el estreñimiento, mejorando el estado de la flora intestinal. Pareciera que la lista fuera interminable, debido a que la mezcla también elimina la mucosidad originada de resfriados, alivia la tos y dolores de garganta, desinflama las encías, previene calambres musculares, mejora el estado de la piel y cabello, reduce el riesgo de sufrir de cálculos (tanto hepáticos como renales) y fortalece la salud dental.

La preparación de este remedio natural es muy sencilla:

  • Un vaso de agua tibia o caliente, dado que el agua fría puede ser dañino para el hígado.
  • Una cucharada sopera de vinagre de manzana.
  • Una pizca de bicarbonato de sodio.

Se recomienda que el vinagre de manzana sea ecológico y de máxima calidad. Además, para conseguir la máxima eficacia, el vinagre debería ser crudo, es decir, no pasteurizado. En cuanto a su administración, se debe consumir hasta 3 vasos al día. Sin embargo, es fundamental tener el estómago vacío y al menos una hora antes de la siguiente comida.

En el caso de querer hacer una limpieza del organismo, hay que ingerir un vaso una hora antes de cada una de las tres comidas principales. Por el contrario, si se quiere hacer mantenimiento, se recomienda tomar solo un vaso en ayunas, al menos una hora antes de desayunar.