El agua es uno de los principales componentes del cuerpo humano, ya que representa entre 50 % y 70 % del peso corporal, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
No obstante, el consumo diario de este líquido es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.
Además, el consumo de agua puede variar dependiendo de las actividades que se realicen día a día, como, por ejemplo, si la persona hace ejercicio debe consumir más agua para cubrir la pérdida de líquidos. Asimismo, si el clima es cálido y se suda más, es recomendable aumentar la ingesta de agua, o si una mujer está embarazada es posible que necesite más líquidos.
Pero, para algunas personas el consumo de este líquido es complicado, ya que no les resulta agradable su ingesta y por ello para mejorar su sabor se le puede agregar miel y el portal Mejor con Salud reveló que esta mezcla tiene grandes beneficios para la salud, pues el alimento tiene nutrientes como calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio, así como aminoácidos, ácidos orgánicos, vitaminas B, C, D y E, y antioxidantes.
Entre otros beneficios de la miel se pueden mencionar que ayuda a perder peso. Además, un artículo publicado por Runners México, una revista para corredores, explica que la miel de agave también puede contribuir para reducir los triglicéridos altos.
Adicional, reduce el estreñimiento, gracias al alto contenido de fructooligosacáridos (FOS). Esto se debe a que cuando el oligosacárido llega al colon, el componente se comporta como una fibra vegetal, captando el agua y aumentando de esta forma el volumen de las heces. No obstante, la miel puede generar un efecto laxante suave, siendo también alimento de las bacterias necesarias pertenecientes al colon.
Asimismo, aunque la miel es un alimento de sabor dulce, ayuda a balancear el nivel de azúcar en la sangre. Lo anterior, porque posee un equilibrio de fructosa y glucosa y de acuerdo con la nutricionista Bárbara Saldaña, en entrevista para el medio argentino Clarín, la miel contribuye a mejorar el funcionamiento de los órganos y tejidos esenciales.
Sobre la misma línea, la miel natural facilita la producción de glucógeno en el hígado, una reserva natural que se genera para cuando el cuerpo lo necesite. Según la experta, es bueno comer miel en el desayuno y en la comida, pero es importante consumirla luego de realizar ejercicio, porque ayuda a recuperar la energía que se pierde durante la actividad física.
Además, según explicó la nutricionista Bárbara Saldaña, la miel “beneficia a deportistas, niños en crecimiento, adultos mayores, personas con trabajos forzados o que tienen carga intelectual extra, ya que aporta una dosis adicional de energía que se consume rápida y fácilmente”.
De igual forma, un estudio realizado en 2014 por el departamento de biología molecular de la Universidad Jahangirnagar de Bangladesh, reveló que este alimento favorece la conexión neuronal.
Finalmente, un artículo publicado por Runners México, una revista para corredores, explica que la miel de agave también puede contribuir para reducir los triglicéridos altos.
En consecuencia, para obtener los beneficios hay que calentar una taza de agua y agregar un poco de miel, pero es importante que el agua no esté muy caliente, porque podría alterar la composición molecular de la miel.
No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades del alimento ya nombrado, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.