El orégano es una planta que se utiliza como condimento para carnes, verduras, legumbres, y también para hacer vinos aromáticos por sus sabor, pero adicional se le conoce por aportar proteínas, hierro, calcio, potasio, magnesio, zinc, fósforo, niacina, vitamina A, timol y carvacrol, según la Fundación Español a de la Nutrición (FEN).

Además, su consumo habitual tiene varias propiedades y en especial si se toma en té y en las mañanas, ya que es lo primero que recibirá el cuerpo.

Del orégano se cosechan las hojas y las flores. | Foto: Getty Images

Así las cosas, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que los beneficios son:

1. Prevenir el cáncer: “es rico en antioxidantes como el carvacrol y el timol, los cuales ayudan a neutralizar los radicales libres que se forman en exceso en el organismo, reduciendo el daño celular y evitando el crecimiento de células”.

2. Ayuda a disminuir el colesterol por lo que tiene “compuestos con propiedades antioxidantes, como los flavonoides, timol y carvacrol, previniendo así enfermedades cardiovasculares”.

3. Mejorar la digestión por sus propiedades antiespasmódicas que ayudan también a “mejorar las dispepsias, flatulencias, espasmos o cólicos intestinales”.

El orégano es muy utilizado en la cocina mediterránea. | Foto: Getty Images

4. Reducir dolores musculares, ya que tiene “propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”.

5. Controlar la diabetes, porque “tiene un efecto antidiabético al bloquear algunas enzimas que actúan en el metabolismo de la glucosa, promoviendo el equilibrio del azúcar en la sangre”.

6. Prevenir el envejecimiento prematuro, pues tiene antioxidantes “como los flavonoides y la vitamina C que ayudan a neutralizar los radicales libres en exceso, previniendo el daño celular, manteniendo la piel más joven y sana”.

7. Ayuda a reducir el peso, porque disminuye la inflamación, es diurético y promueve la eliminación de las grasas del organismo.

8. Combatir virus, bacterias y hongos, pues “contiene propiedades que ayudan a tratar algunas infecciones, como gripes, infecciones urinarias, el herpes y la candidiasis, ya que sus compuestos, como es el carvacrol, disminuyen la actividad de los microorganismos que causan estas infecciones”.

Información nutricional por 100 g de orégano

  • Energía: 418 kcal
  • Grasa: 10,3 g
  • Proteína: 11 g
  • Agua: 9,93 g
  • Vitamina E: 18,9 mg
  • Vitamina B3 (niacina): 6,2 mg
  • Vitamina B6: 1,04 mg
  • Vitamina B1 o tiamina: 0,17 mg
  • Vitamina B2 (riboflavina): 0,52 mg
  • Vitamina A: 690 µg
  • Calcio1580: mg
  • Potasio: 1670 mg
  • Magnesio: 270 mg
  • Fósforo: 200 mg
  • Hierro: 44 mg
  • Sodio: 15 mg
  • Zinc: 4,4 mg

¿Cómo se prepara el té de orégano?

En un litro de agua hirviendo se debe poner la cantidad equivalente a un puño de hojas de orégano, se deja reposar por tres minutos y se retira del fuego. En seguida, se esperan cinco minutos y se cuela para retirar las hojas de orégano. Finalmente, se sirve y para endulzar se puede agregar un poco de miel.

Además, el portal de ejercicio, bienestar y nutrición, Salud 180, recomendó consumir una taza de té de orégano en la mañana y otra en la noche para obtener todos los beneficios de esta planta.

Las infusiones son bebidas a base de agua e ingredientes naturales. | Foto: Getty images.

No obstante, el orégano no es recomendado en casos como:

  • Embarazo: Es posible que el orégano no sea seguro cuando se toma por vía oral en cantidades medicinales durante el embarazo. Existe la preocupación de que la ingesta de orégano en cantidades superiores a las de los alimentos pueda provocar un aborto espontáneo.
  • Lactancia: No hay suficiente información confiable para saber si es seguro usar grandes cantidades de orégano durante la lactancia.
  • Alergias: El orégano puede causar reacciones en personas alérgicas a las plantas de la familia Lamiaceae, como albahaca, hisopo, lavanda, mejorana, menta y salvia.
  • Cirugía: Grandes dosis de orégano pueden aumentar el riesgo de hemorragia. Las personas que usan grandes dosis de orégano deben dejar de tomarlo 2 semanas antes de la cirugía.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.