Determinar la frecuencia adecuada de lavado que conviene a cada cabello es clave para asegurar una limpieza óptima, dado que esta acción no solo repercute en la apariencia del pelo, sino también en la salud. Algunos expertos indican que “el cabello debe ser lavado cuando este lo pida, lo que exige identificar las necesidades individuales”, según Rocío Gil, dermatóloga de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar del Grupo Pedro Jaén.

Por otra parte, estudios relacionados con el cuidado del cabello aseguran que la frecuencia más satisfactoria está entre 5 o 6 veces por semana, desmintiendo el concepto de limpieza excesiva y que cuanto más se lave el pelo, más se cae.

Popularmente, se ha mencionado que la limpieza excesiva del cabello puede llegar a eliminar la barrera protectora natural del cuero cabelludo y, por el contrario, una escasa limpieza puede interferir en su salud, pues se acumula mayor cantidad de grasa, polvo o partículas contaminantes.

Es importante lavar el cabello frecuentemente. | Foto: bluecinema

Por lo anterior, Aurora Garre, profesional del Medical Marketing Manager de ISDIN, considera necesario dejar claro que “las preocupaciones relacionadas con la “limpieza excesiva” son infundadas tanto objetiva como subjetivamente”. “En una publicación de este mismo año se observa como el grado de satisfacción con el estado del pelo y del cuero cabelludo se alcanza tras lavarse el pelo 5-6 veces a la semana”, señaló la dermatóloga.

En una línea similar se pronunció Rocío Gil señala que “lavarse el pelo cada 24-48 horas es lo recomendable para mantener una adecuada higiene del cuero cabelludo”.

Efectos de no lavar el cabello

No lavar el cabello con frecuencia puede ocasionar sequedad, pérdida de luminosidad, cutículas abiertas y encrespamiento. Los factores externos como la polución o las partículas contaminantes pueden llegar a provocar una alteración del cabello que incluso genera la caída capilar.

Es importante mencionar, que los tensioactivos son ingredientes presentes en la composición de los champús que limpian el cabello, estos actúan arrastrando el exceso de sebo, polvo y otras partículas. Dependiendo del tipo de tensioactivos, la persona tendrá champús más o menos suaves y respetuosos con la fibra capilar.

Los agentes hidratantes y reparadores del champú son los que restablecen la salud del pelo tras las agresiones sufridas por el día, en relación con agentes como el viento, la humedad, el sol o la polución.

No lavar el cabello con frecuencia puede ocasionar sequedad, pérdida de luminosidad, cutículas abiertas y encrespamiento. | Foto: energyy

¿Cómo cuidar el cabello?

Para cuidar el cabello es importante seguir estas recomendaciones:

  • Desenredar el pelo cuando esté mojado, ya que este es más frágil cuando está seco.
  • Lavar el pelo con agua templada, no excesivamente caliente, puesto que puede debilitar y/o irritar el cuero cabelludo, además de estimular las glándulas sebáceas.
  • Aplicar el champú en la raíz del pelo, principalmente en la parte superior de la cabeza, hacer hincapié en la zona posterior y la zona retroauricular porque son zonas donde más sebo se acumula. Para las puntas, y sobre todo en pelo medio y largo, se puede emplear la espuma que cae y se origina durante el lavado.
Lavar el cabello | Foto: GettyImages

A manera de conclusión, Aurora Garre explica la importancia de erradicar el mito de que “una mayor frecuencia de lavado acentúa la caída del cabello”. Lo verdaderamente importante es cómo se lava el cabello y qué producto se utiliza para la limpieza, ya que es necesario evitar que los productos utilizados contienen sustancias dañinas, especialmente para el cuero cabelludo.