Si hay un alimento que sea parte de la mesa de muchos colombianos es el pan. Este producto es generalmente el acompañante de los desayunos. De hecho, si existe una actividad que se realice con frecuencia en muchos hogares es salir temprano para comprar el pan del día.
Aunque existe una gran variedad de este producto y se puede consumir de diversas maneras, lo cierto es que dependiendo de los estilos de vida, los organismos, las dietas y otros factores, es bueno o malo para la salud.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) explica que el pan blanco, uno de los más consumidos, es una mezcla entre harina de trigo, sal, agua y otros ingredientes que se ha vuelto un alimento “básico en la alimentación del hombre desde la prehistoria”.
La FEN agrega que en la Edad Media “empiezan a elaborarse distintos tipos de pan y, como consecuencia de ello, comienza su comercio; el pan blanco era un privilegio de los ricos y el pan negro era para el resto de la población”.
Ahora, aunque es delicioso para muchos, este no se debe consumir en grandes cantidades. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, “la mayoría de la gente consume demasiado sodio a través de la sal (una media de 9 g a 12 g de sal diarios) y no consume suficiente potasio (menos de 3,5 g)”.
“Las personas no suelen ser conscientes de la cantidad de sal que consumen. En muchos países, la mayor parte de la ingesta de sal se realiza a través de alimentos procesados (...) o de alimentos que se consumen con frecuencia en grandes cantidades (por ejemplo, el pan)”, señala la OMS.
“La ingesta de pan ha disminuido considerablemente en las últimas tres décadas, pasando de 134 a 45 kilos por persona y año, muy por debajo del consumo medio de otros países europeos, según afirma la Confederación Española de Organizaciones de Panadería (CEOPAN).
Es que, como todo en la vida, los excesos no son buenos para la salud, pero alrededor de diversos alimentos existen mitos y el pan está entre estos; se dice que “el pan engorda”. Ante este concepto, aparece una investigación titulada ‘Hábitos alimentarios, ingesta de energía y nutrientes y padecimiento de sobrepeso/obesidad en escolares españoles. Diferencias en función de su consumo de pan’.
Este trabajo encontró que “los niños que comen más pan presentan un menor porcentaje de sobrepeso y obesidad, ingieren una cantidad más adecuada de nutrientes, mantienen dietas más equilibradas, menor índice de masa corporal y registran mejores indicadores de riesgo cardiovascular”.
Cabe resaltar que esto depende de los hábitos alimenticios, las restricciones medicas y la salud de cada persona, pues cada cuerpo funciona de manera diferente.
¿Qué pasa si se deja de comer pan durante un mes?
El consumo de pan genera polémicas: algunos lo critican y otros lo defienden, pero, como se dijo anteriormente, todo depende del cuerpo, de los gustos, de los estilos de vida y de lo que es bueno para unos y no para otros.
Si se deja de consumir pan pueden pasar algunas cosas en cuerpo, cabe resaltar que esto depende del tipo y la cantidad que se consuma y se deje de hacer.
Reducción de antojos. Hay tipos de panes que contienen carbohidratos refinados y estos generalmente causan una fuerte adicción, especialmente a aquellos con altos contenidos de azúcar.
Enfermedades cardiacas y diabetes. Aquí nuevamente aparece el tipo de pan que se consuma, pues si contiene carbohidratos refinados, dejar de consumirlo pues traer beneficios como la reducción del riesgo de padecer enfermedades del corazón o relacionadas con altos niveles de azúcar en la sangre.
Dificultades para ir al baño. El pan contiene un alto contenido de fibra, por esta razón, si se deja de consumir puede causar problemas en la digestión y en funcionamiento del organismo. Si se suspende su consumo, lo ideal es buscar un reemplazo de fibra para evitar problemas de salud.