La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que la leche es fuente de energía, grasas y proteínas y que tiene importantes nutrientes. Entre ellos se destacan:
- Vitamina B12: De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, esta vitamina cumple una importante función en el organismo: participar en la producción de glóbulos rojos y en el proceso de metabolismo de algunos alimentos. Su ingesta no necesariamente debe ser a través de suplementos, ya que se puede obtener tras el consumo de alimentos como la carne, la leche o el pescado.
- Calcio: Según MedlinePlus es un mineral que participa en la formación de huesos y dientes, que puede ayudar a prevenir el desarrollo de osteoporosis.
- Magnesio: “Es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo”, señala la entidad. Sus funciones mejoran la actividad de los músculos y del sistema inmune, incluso tiene la capacidad de darle bienestar al corazón y a los huesos.
- Riboflavina: La National Institute of Health (NIH) menciona que también es conocida como vitamina B2 y “es importante para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del cuerpo”, ayudando, a su vez, a convertir los alimentos consumidos en energía.
Sin embargo, se debe destacar que el agua es el principal compuesto de la leche y sus derivados lácteos de origen animal, como lo son la leche de vaca, de búfala, de oveja, de camella, de equino y de yak, precisa la FAO.
Procesos de la leche
Además, pasa por varios procesos para su comercialización como por ejemplo:
- Leche fermentada: Según la FAO, cuando se fermenta el lácteo se hace para producir otros productos como el yogur, el kumis, el kéfir y el kurut. La fermentación se hace usando un microorganismo que provoca la acidez en la leche.
- Queso: Este producto lácteo es uno de los más consumidos en sus diferentes versiones y su elaboración va de acuerdo a la cultura, sin embargo, la FAO explica que el queso “se obtienen mediante la coagulación de la proteína de la leche (caseína), que se separa del suero”.
- Leche líquida: esta es la presentación que más se comercializa alrededor del mundo y también se encuentra en diferentes versiones, ya sea pasteurizada, normal, descremada, entre otras.
- Leche en polvo: se elabora tras la deshidratación de la leche.
Es así como también se encuentra la leche desnatada, evaporada, la nata, la mantequilla, y otros productos lácteos.
Es de tal importancia cuidar su calidad porque puede ser perjudicial para la salud, ya que es un nicho propicio para la propagación de bacterias y microbios, provocando el crecimiento de patógenos y la descomposición de nutrientes, puntualiza.
“Los peligros químicos se pueden introducir accidentalmente en la leche y los productos lácteos y transformarlos en peligrosos e inadecuados para el consumo”, afirma la FAO.
¿Qué pasa si se deja de consumir leche?
Según Cuídate Plus, cuando se deja de consumir leche, lo que ocurre es que el cuerpo deja de producir lactasa, una enzima que ayuda a digerir la lactosa (un tipo de azúcar que se encuentra en la leche), lo que repercute en la disminución de absorción de calcio en los huesos que puede causa osteoporosis y un problema en el crecimiento en los menores.
Lo anterior podría ocurrir si se decide retirar la leche de un plan de alimentación por un tiempo prolongado, que daría origen a la intolerancia a la lactosa.
No obstante, el consumo de leche de vaca puede provocar en algunas personas problemas digestivos, debido a que es rica en proteínas que hacen difícil su digestión, por lo que dificulta la mala absorción de sustancias o nutrientes, causando diarrea o heces blandas, menciona Tua Saúde.