A la hora de dormir, descansar o tomar un siesta, suele suceder que exista el hábito de ver algunos videos, observar las redes sociales o revisar correos en el teléfono celular. Sin embargo, esta práctica parece ser poco beneficiosa.
La salud es un tema que adhiere a todas las personas, mantener un buen estado del cuerpo es algo que prima por encima de muchos intereses y por ello existen hábitos que pueden contrarrestar la utilidad del organismo. Para el Departamento de Salud Pública de California (CDPH) ir a la cama y descansar cerca al smartphone es malicioso.
De acuerdo con el ente de salud, la cercanía del teléfono móvil puede provocar tumores en las glándulas salivares y del nervio acústico, cáncer cerebral, dolores de cabeza (migraña constante), fatiga y reducción en capacidades cognitivas.
No obstante, se necesita de comprobaciones que den sustento a este tipo de argumentos y por ello el portal web de Dinero en imagen explica que las afectaciones a la salud que produce el smartphone se deben a la radiación electromagnética. En efecto, los celulares funcionan con frecuencias que emiten radiaciones las cuales fluyen de un lugar a otro.
Precisamente, el CDPH recomienda mantener de forma distante el celular y no dejarlo debajo de la almohada a la hora de dormir. Cabe mencionar que dormir tiene la finalidad de descansar, por lo que las distracciones que generan los aparatos móviles se entrometen en este proceso y sacrificarlo afecta tanto la salud física como la mental, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Así las cosas, el mencionado Departamento de Salud Pública sostiene que dormir con el celular debajo de la almohada es peligroso, pero también llevarlo en la bolsa del pantalón, mantenerlo por mucho tiempo cerca al oído y usarlo en el transporte público podría repercutir de forma negativa a la salud, esto porque trabaja más para tener señal y, en consecuencia, su radiación aumenta.
“El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor”, explica el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico del NIH.
Cuando una persona se encuentra muy cansada no hay mejor remedio que dormir; el cerebro y el cuerpo se concentran para recuperar energía, aclarar las ideas y estimular la memoria. “La realidad es que cuando observamos a alguien que ha descansado bien, esa persona está operando a un nivel distinto que quienes intentan seguir con una o dos horas de sueño por noche”, cuenta Miller.
Desde luego, dormir representa una de las acciones más básicas, pero importantes para la correcta funcionalidad del ser humano. Si bien es cierto que las tecnologías han permitido unir culturas, informar y mostrar lo que pasa en el mundo, como el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, es necesario aprender a manejar los tiempos de conexión. Para los expertos, interactuar de manera constante con el teléfono celular antes de dormir podría generar signos de estrés y posibles daños visuales si se observa el dispositivo con poca luminosidad.
Para el doctor Michael Twery, experto del NIH en el sueño, no descansar “afecta las hormonas de crecimiento y del estrés, el sistema inmunitario, el apetito, la respiración, la presión arterial y la salud cardiovascular”.
En ese sentido, la mayoría de especialistas concuerdan en que dormir es algo sano y recomendable. Por lo general, las horas de sueño que se aconsejan son ocho, pero como no todos cuentan con el mismo tiempo la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere descansar, por lo menos, seis horas al día.
Una buena noche de sueño consiste en 4 o 5 ciclos de sueño. Cada ciclo incluye períodos de sueño profundo y movimientos oculares rápidos (MOR) o sueño desincronizado, cuando soñamos, explica la NIH.