En el mundo de los cuidados de mascotas, el bienestar de los animales es una preocupación primordial. Entre las situaciones más delicadas se encuentra la crianza de gatos recién nacidos huérfanos o abandonados, que requieren una atención y nutrición especial para sobrevivir.

Sin embargo, en busca de soluciones improvisadas, algunas personas han optado por alimentar a estos pequeños felinos con leche humana en lugar de la fórmula específica para gatos. Aunque la intención podría ser buena, esta práctica puede tener consecuencias significativas para la salud de los felinos.

El organismo de un gato recién nacido es frágil y susceptible a cambios en su dieta. Aunque la leche materna es fundamental para su desarrollo inicial, la leche de humanos no es adecuada para satisfacer sus necesidades nutricionales. La Dra. Laura Martínez, veterinaria especializada en cuidado felino, advierte: “la composición nutricional de la leche humana es muy diferente de la leche felina. Los gatitos necesitan una cantidad específica de proteínas, grasas y otros nutrientes que la leche humana no puede proporcionar en las cantidades adecuadas”.

Uno de los principales problemas de alimentar a los gatos con leche humana es la deficiencia de taurina. La taurina es un aminoácido esencial para los gatos, necesario para el correcto funcionamiento de su sistema cardiovascular y la salud de sus ojos. A diferencia de los humanos, los gatos no pueden sintetizar taurina a partir de los aminoácidos presentes en la leche humana, lo que puede llevar a problemas de desarrollo y enfermedades cardíacas en el futuro.

Bañar a un gato es una buena opción cuando ya acumulan bastante suciedad. | Foto: El País

Además, la leche humana carece de otros nutrientes cruciales para los gatos, como la vitamina D y la vitamina B12. La carencia de estos nutrientes puede afectar negativamente el crecimiento óseo y el sistema nervioso de los felinos, lo que puede dar lugar a deformidades óseas y problemas neurológicos. También es importante destacar que la leche humana es más baja en grasa que la leche felina, lo que puede llevar a un deficiente aumento de peso y un sistema inmunológico debilitado en los gatos.

La alimentación inadecuada puede tener consecuencias inmediatas y a largo plazo en la salud de estos animales domésticos. En el corto plazo, los gatos alimentados con leche humana pueden experimentar problemas digestivos como diarrea y vómitos debido a la falta de enzimas digestivas necesarias para procesar la leche de humanos. Esto, a su vez, puede llevar a la deshidratación y la desnutrición.

A medida que estos animales crecen, las consecuencias a largo plazo de una dieta inadecuada pueden volverse más evidentes. La deficiencia de taurina, por ejemplo, puede resultar en problemas cardíacos y de visión irreversibles. Además, la falta de nutrientes esenciales puede afectar el sistema inmunológico de los gatos, haciéndolos más susceptibles a enfermedades y retrasando su crecimiento normal.

Acariciar a un gato en la espalda puede ser una forma maravillosa de interactuar y establecer vínculos con la mascota. | Foto: Getty Images

En resumen, alimentar a estos animales recién nacidos con leche humana puede tener consecuencias graves para su salud y bienestar. Aunque la intención detrás de esta acción pueda ser comprensible, es crucial comprender que los felinos tienen necesidades nutricionales específicas que solo pueden ser satisfechas con fórmulas diseñadas para ellos. Ante la situación de tener que cuidar a gatitos huérfanos, lo mejor es consultar a un veterinario o experto en cuidado felino para recibir orientación sobre cómo proporcionarles una alimentación adecuada y garantizar su desarrollo saludable.

Los gatos pueden proporcionar consuelo y apoyo emocional. | Foto: GettyImages

En última instancia, brindar a estos pequeños felinos el cuidado y la atención adecuados desde el principio no solo asegurará su bienestar, sino que también sentará las bases para una vida larga y saludable como miembros queridos de la familia.

Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado en Semana.