Algunas personas están acostumbradas a consumir alimentos calientes. Sin embargo, ingerir comidas demasiado calientes no es bueno para el organismo y beber agua demasiado fría, tampoco es beneficioso.
Para desarrollar una rutina de alimentación más saludable, además de seleccionar los alimentos que son más nutritivos, es importante saber que la rutina es sumamente importante. La temperatura influye en la sensación de hambre y saciedad. Sin embargo, no se habla de perder peso, sino de comer mejor, de una forma más consciente y responsable.
En materia de inflamación abdominal, es importante tener en cuenta que la mucosa del estómago es muy sensible, de acuerdo con la licenciada Araceli Vallone, especializada en nutrición y obesidad, “en el caso de una persona que tiene gastritis, esta ya está con un proceso de inflamación por la misma patología y si encima come algo muy caliente o picante que genera más daño a la mucosa, esa mucosa responde inflamándose. Lo cual debe evitarse, ya que el proceso de inflamación puede hacer que se retrase el vaciamiento gástrico”.
Por su parte, Mariana Patrón Farias, licenciada en Nutrición, directora de Nutrim y consultora de Programas de Alimentación Saludable Para Empresas, aseguró que “cuando hay algún problema a nivel digestivo, como por ejemplo Gastritis o Síndrome de intestino irritable, es normal que un síntoma sea sentir inflamación abdominal luego del consumo de alimentos. Sin embargo, esto no se relaciona con las temperaturas, sino con una dificultad al momento de digerir de forma completa los alimentos”.
Conviene destacar que comer ligeramente caliente evita la inflamación abdominal. De hecho, si el alimento tiene una temperatura similar a la del cuerpo, el mismo no tiene que modificar mucho dicha temperatura, por tanto, el trabajo de digestión será menor y más rápido y eso también se traducirá en menor inflamación abdominal. Lo ideal es consumir alimentos templados para tener una mejor digestión.
¿Las comidas calientes sacian más?
Las comidas calientes pueden provocar una sensación efímera de saciedad. Pero no es del todo real. De acuerdo con algunos especialistas en nutrición, los alimentos calientes sacian más que los fríos. Esto ocurre porque al estar calientes se suele comer más despacio y se activa antes la sensación de saciedad.
De hecho, ocurre que, si la comida está demasiado caliente, la digestión puede ralentizarse. El estómago para lograr el proceso digestivo debe enfriar estos alimentos para llevarlos a la temperatura normal del cuerpo, lo cual le llevará más tiempo.
La diferencia entre comer frío y en crudo
Por otra parte, comer en frío puede ayudar a que la sensación de saciedad dure más tiempo y, por tanto, evita picoteos poco después de comer. Los alimentos fríos sacian más dado que el cuerpo internamente se encuentre a una temperatura constante de unos 37 grados y al introducir comida fría el cuerpo tendrá que calentarla y el vaciamiento gástrico será más lento, por lo que aumentará la saciedad.
Según informó la licenciada Araceli Vallone, “cuando una persona come algo que está frío, el cuerpo debe utilizar la energía para calentar esa comida y esa comida puede estar más tiempo adentro del estómago. Sin embargo, esta actividad puede presentarse dependiendo de lo que la persona consuma. Pero si come frutas, verduras, carne frías, seguramente el cuerpo va a trabajar más para degradar esa comida, ya que primero tiene que calentarla”.
Es importante no confundir esta sensación de saciedad a largo plazo con las dificultades de digestión que pueden provocar los alimentos crudos. Estos alimentos retrasan aún más el vaciado gástrico porque el cuerpo tiene que hacer funciones de cocinado y por eso tardaría más en vaciar el estómago.