El café es una de las bebidas más consumidas por los colombianos. Incluso, muchas personas en diferentes partes del mundo destacan el sabor de este alimento cuando se cultiva en suelo tricolor porque es muy rico.
Sin embargo, aunque muchos individuos piensan que el café es colombiano, esto no es así, pues tiene sus orígenes en el país africano Etiopía, en la provincia de Kaffa. La gran historia de este alimento, cultivado es muchos lugares en la actualidad, data desde el siglo IX.
Uno de los principales beneficios que tiene el café es el de despertar el organismo. Como todo alimento, debe ser consumido en cantidades moderadas y sin azúcar. Algunas personas le agregan leche simplemente por gusto.
Entre sus beneficios, “la cafeína es un acelerador natural del metabolismo. De hecho, está presente en casi todos los quemadores de grasa disponibles en el mercado. Su ventaja es que es una de las pocas sustancias naturales que ayuda a quemar grasa. Esto se produce porque la cafeína aumenta los niveles de adrenalina en el cuerpo, liberando los ácidos grasos directamente desde los tejidos grasos”, explica el sitio web Rentokil.
“A las vitaminas y minerales que contiene una taza de café se agrega una importante carga de antioxidantes, especialmente polifenoles y ácidos hidroxicinámicos. Los antioxidantes son necesarios para combatir el ataque de los radicales libres, retrasando el proceso natural de envejecimiento y previniendo enfermedades”, agrega.
Este alimento es tan versátil que se puede preparar de distintas formas. Por lo general, se suele consumir en la mañana, en el momento del desayuno. También, su ingesta es muy popular justo después del almuerzo.
Aunque se han evidenciado muchos beneficios de esta bebida cuando se toma con moderación, se ha creado un mito enorme cuando se toma en la noche o justo antes de dormir. Muchas personas consideran que la bebida no deja conciliar el sueño.
Sin embargo, “muchos estudios han acabado indicando justo lo contrario: que tomar una taza de café justo antes de dormir no afecta al sueño y, en cambio, aumenta tu nivel de energía al despertarte”, reseña la plataforma digital Magnet.
Alternativas al café
Salud Mapfre recomienda algunas alternativas al café.
1. Tés. Los tés son una alternativa con menor contenido de cafeína que el café, ofreciendo variedad en elecciones para acompañar desayunos y demás. Entre los tipos de té más comunes se encuentran el té negro, el té verde, té rojo y té blanco.
2. Leches fermentadas. “La leche no tiene por qué ir siempre acompañada de café, té o chocolate, ya que sola puede ser una buena opción tanto en desayunos como a media mañana o para finalizar una comida, o especialmente una cena. Otra posibilidad son las leches fermentadas, por supuesto el yogur bebible y también el kéfir”.
3. Bebidas vegetales alternativas a la leche. Bebidas de almendra, avellana, coco, soja, arroz y avena son una buena alternativa para tener en cuenta. Deben ir, si es posible, sin azúcar para no afectar el organismo.
4. Frutas. “Con la fruta sabemos que la mejor opción es tomarla en su forma natural, pero puestos a hacer bebida mejor triturar que hacer licuados o zumos, ya que triturado aprovechamos toda la pieza. Así pues, podemos elaborar batidos o granizados de muy buen sabor, apetecibles, refrescantes y coloridos”, concluye.
Es de vital importancia mencionar que así como el café y los demás alimentos, su consumo debe ser moderado y preferiblemente, autorizado por un profesional de la salud de acuerdo con las condiciones de cada individuo.