Las infusiones son conocidas por sus propiedades que sirven como remedios naturales para muchas afectaciones; una de ellas es la de jengibre con miel, que aporta diferentes beneficios, principalmente cuando se consume en las noches.
El té de miel y jengibre sirve como refuerzo para el sistema inmunitario, debido a sus compuestos antisépticos y antiinflamatorios, además de vitamina C. Por esta razón, es un remedio que ayuda a fortalecer las defensas.
En muchas recetas para tratar la gripe y enfermedades respiratorias se encuentran como ingredientes la miel y el jengibre. Muchas de estas preparaciones también incluyen el limón, gracias a su aporte vitamínico y su capacidad antioxidante, así lo explica Mejor con salud.
La miel y jengibre se recomienda tomarlo en las noches, pues es un aliado del buen descanso, ya que ninguna de los dos contiene cafeína. Por otra parte, el jengibre posee vitamina B6, la cual disminuye la función del sistema nervioso, de acuerdo con información suministrada por el portal de Tua Saúde.
Debido a las propiedades antiinflamatorias, la miel y el jengibre tienen efectos muy beneficiosos para la salud digestiva. Pues esta mezcla “ayuda a dilatar la musculatura lisa del tracto gastrointestinal. Paralelamente, tiene un efecto vasodilatador en los vasos sanguíneos que irrigan la zona”, señala Mejor con Salud.
Como resultado de la ingesta de miel y jengibre, se logra una mejor digestión de los alimentos y el buen funcionamiento intestinal.
El gingerol es un componente activo del jengibre el cual sirve para aliviar los dolores musculares de las articulaciones, por esta razón la mezcla de jengibre y miel se recomienda “para las personas con síntomas de artritis, reumas y osteoporosis”, así lo destaca el sitio web El País.
Cuando se analiza por separado, la miel contiene flavonoides y ácidos fenólicos, compuestos muy beneficiosos para la salud humana.
Además, la miel es un alimento altamente energético, pues aporta energía a las células, por lo tanto, es ideal para tratar el cansancio y la fatiga.
La miel es un alimento prebiótico: le suministra al intestino azucares, los cuales “pueden ser aprovechados por las bacterias allí presentes. De esta forma, la miel preserva una correcta población microbiana intestinal”, señala Mejor con Salud.
El jengibre contiene aceites esenciales, pues es rico en zingibereno, zingiberol, curcumeno, limoneno y canfeno. También es rico en resinas como el gingerol, el shogaol y la zingibaina.
Esta raíz contiene vitaminas B y C, asimismo minerales como el boro, cromo, manganeso, silicio, cobalto y zinc. Los acidos alfa-linolénic, linoleico y gingerglicolípidos, también se encuentran en el jengibre.
En el sitio web unCOMO aconsejan agregar a la miel y el jengibre, un limón, para tener una poderosa bebida que le ofrece muchos beneficios al organismo.
Ingredientes
- 2 rodajas de raíz de jengibre.
- Jugo de un limón.
- 1 cucharada de miel.
- 1 taza de agua mineral.
Preparación
- En primer lugar, hay que añadir una taza de agua en una olla y ponerla a hervir a fuego medio.
- Mientras el agua se calienta, se puede ir cortando 2 rodajas bien finas de una raíz de jengibre.
- Una vez el agua alcance su punto de ebullición, añadir el jengibre que se ha cortado y dejar que se cueza durante 5 a 10 minutos.
- Posteriormente se apaga el fuego, se añade en la mezcla el jugo de limón. Dejar reposar la mezcla unos 5 minutos más.
- Cuando la mezcla esté algo tibia, colar la infusión para retirar los restos de jengibre y añadir la cucharada de miel.
- De esta forma quedará lista la preparación para tomar el té de jengibre, limón y miel.
En unCOMO indican que antes de tomar estas preparaciones es recomendado consultar con el médico, para determinar las afectaciones y el tratamiento más indicado a seguir.