El caldo o sopa de huesos es uno de los alimentos que más ha ganado popularidad en los últimos años, debido a los grandes beneficios y propiedades que tiene para la salud del organismo. Sus nutrientes, vitaminas y minerales lo vuelven un remedio natural que fortalece el sistema inmunológico y mejora la salud de huesos y articulaciones.

Descubra el secreto ancestral para fortalecer los huesos con la receta de caldo de huesos casero. | Foto: Getty Images

Este alimento se vuelve altamente beneficioso, gracias al colágeno y gelatina que contiene para piel, huesos, cabello y uñas, así como la salud de las articulaciones, componentes que “ayudan a mantener la flexibilidad y el funcionamiento adecuado de los cartílagos, reduciendo el riesgo de enfermedades articulares como la artritis”, según información de la página Regenera Health.

Es una alta fuente de minerales y nutrientes esenciales como calcio, magnesio y fósforo, para mantener unos huesos y dientes fortalecidos, previniendo enfermedades como la osteoporosis, especialmente en etapas de crecimiento y en personas de edad avanzada. También, los aminoácidos que componen al caldo de huesos promueven un correcto metabolismo y un buen funcionamiento celular.

La glutamina, que contiene este líquido hecho a base de huesos, es ideal porque ayuda a reparar y mantener la salud del revestimiento intestinal, así como favorece la mejora de la digestión y la absorción de nutrientes, promoviendo un adecuado funcionamiento del sistema digestivo.

Por las propiedades de ambos reduce los gases intestinales, favorece la digestión, alivia los dolores y espasmos producidos por cólicos. | Foto: Getty Images

A su vez, ante un consumo regular de esta sopa podría traer beneficios para el metabolismo y la salud intestinal, ya que sus componentes, como la glicina, son ideales para ayudar a mejorar el funcionamiento metabólico y promover la salud del tracto digestivo.

Con respecto a su forma de consumo, la fuente en mención recomienda que la persona debe hacerlo ante la necesidad de tener una energía adicional, es decir, lo mejor sería en horas de la mañana, al desayuno. Aunque también es ideal, como una opción reconfortante para el almuerzo o la cena. Incluso, es posible ser usado para reponerse después de una actividad física intensa, debido a la recuperación de músculos y articulaciones que genera.

Se vuelve ideal para ayudar a mejorar el funcionamiento metabólico y promover la salud del tracto digestivo. | Foto: Getty Images

“A pesar de que en muchos lugares puede encontrarse que el caldo de huesos no rompe el ayuno por sus bajas calorías, esto no es del todo cierto. Un vaso de caldo de huesos tomado como infusión puede tener entre 30 y 70 calorías. De hecho, algunos ayunos intermitentes, más laxos o estrictos, permiten tomar bebidas que puedan tener menos de 50 calorías totales”, agrega el portal.

Según información de la fuente, lo ideal es que, ante un ayuno intermitente, se debe realizar un “espaciado entre tomas alimentarias sin incluir alimentos que aporten calorías o que requieran trabajar al sistema digestivo”, pues lo ideal es que el sistema digestivo se recupere de forma natural. “Por lo que no es recomendable en ayunos intermitentes ‘cortos’ tomar un caldo de huesos”.