El café es uno de los alimentos básicos para muchas de las personas. A diario una taza de café está presente en la mesa de muchos, pues es ideal para acompañar desayunos, almuerzos y otros. Por lo general, los seres humanos toman al rededor de dos a tres tazas al día.
Tras varios estudios sobre el consumo, expertos concluyeron que “el consumo moderado de café sin azúcar y azucarado se asoció con un menor riesgo de muerte”, dice el estudio.
Respecto al consumo del café, los expertos recomiendan que sea moderado. Cada cuerpo es diferente, el café puede afectar diferente en cada organismo.
“El café como tal, como bebida, es saludable si se toma con sentido común y la limitación va ligada a la persona que lo consume. Cada uno puede metabolizar de forma más lenta o rápida la cafeína, y, por tanto, puede afectarnos más o menos”, explicó Aitor Sánchez, dietista nutricionista, a La Vanguardia.
Por otro lado, investigadores del Istituto di Ricerche Farmacologiche Mario Negri (Italia) descubrieron que el consumo de café reduce el riesgo de cáncer de hígado en un 40 %. Este resultado mejoró hasta más de un 50 % si el consumo se ampliaba a tres tazas de café al día.
Por otro lado, gracias a que es una bebida rica en antioxidantes, protege las células de la oxidación, impidiendo la acción de los radicales libres y evitando de esta manera un envejecimiento precoz.
Sin embargo, cuando las personas dejan de un lado la moderación y beben café en exceso, distintos efectos negativos comienza a presentar el organismo. Según el portal UnComo, algunos de ellos son el nerviosismo y la ansiedad, que se alteran por la gran cantidad de cafeína en el organismo, el cual hace que el sistema nervioso se estimule.
Otro de los efectos negativos que genera el café en exceso son los problemas digestivos, dado que, esta bebida tiene un efecto laxante y puede desencadenar episodios de diarrea. Asimismo, por ejercer un efecto vasoconstrictor incrementa la presión arterial.
Café: bebidas que lo sustituyen y también aportan energía
Bebidas vegetales
Antes de iniciar el día, los expertos aconsejan consumir las bebidas vegetales, pero importante validar que la bebida no tenga azúcar añadida. Estas son las alternativas más frecuentes que se pueden implementar: de almendra, avellana, coco, soja, arroz y avena.
Jengibre con limón y miel
A pesar de que el jengibre tiene un sabor bastante fuerte e insípido, cuando se combina con miel y limón resulta una bebida deliciosa y muy útil para iniciar el día. Cabe destacar que el limón aporta vitamina C, la miel, vitaminas B, C y D y el jengibre contiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y depurativas. Solamente se debe cortar varias rodajas de jengibre, hervirlas durante 15 minutos y añadir el zumo de limón y una cucharada de miel.
Cacao
Como tal, el cacao contiene antioxidantes, teofilina y teobromina que ayudan a que el cuerpo se mantenga activo. Sin embargo, suele ir mezclado con azúcares, por lo que es necesario cuidar su consumo. Una buena opción es consumir cacao puro sin azúcares, este puede tener un sabor amargo característico y se puede tomar con leche.
Té de regaliz
Esta planta medicinal se caracteriza por su alto contenido en vitamina C y minerales como el calcio, el fósforo, el hierro, el potasio y el sodio. Normalmente, las personas utiliza esta infusión para tratar los problemas digestivos gracias a sus propiedades antiinflamatorias. Adicional a ello, es un poderoso energizante para iniciar el día.
Té de rooibos
El rooibos es una hierba que proviene de Sudáfrica y se puede obtener por la fermentación de un arbusto rojo que le da su color. Esta infusión contiene hierro, calcio, potasio y poderosos antioxidantes que ayuda a estimular el sistema inmunológico para así protegerse contra distintas enfermedades.
Smoothies
Los batidos de frutas y verduras tiene un gran aporte de vitaminas y nutrientes que son ideales al momento de iniciar el día o querer tener más energía. Esta deliciosa alternativa se puede hacer con distintas combinaciones, entre frutas y verduras.