La alimentación en un factor fundamental para mantener al organismo, razón por la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tener una dieta balanceada en donde las hortalizas ingresan. Una de ellas es la lechuga, producto que se caracteriza por sus hojas verdes.
La lechuga, como las frutas, posee propiedades que actúan de buena forma en el cuerpo. Teniendo en cuenta recopilaciones del sitio web Cuídate plus, este alimento es ligero y tiene grandes cantidades de agua, razón por la que hidrata.
“En cuanto a vitaminas, podemos destacar tres antioxidantes, la C, la A y la E, estupendas para cuidar la piel y la visión”, según Eva Campoy, miembro del Departamento de Dietética de la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitario.
Por su parte, el blog gastronómico de Cocina fácil consigna que la lechuga puede llegar a actuar como un “analgésico natural”, principalmente en los dolores musculares producto de un golpe. En adición, “gracias a su alto contenido en hierro, la lechuga es un alimento que alivia el cansancio, la fatiga y la anemia”.
En ese sentido, hay quienes consumen en grandes cantidades lechuga para fortalecer los diferentes sistemas del organismo, pero no siempre funciona así. Por otro lado, existe un grupo de sujetos a quienes no les es tan efectivo consumir este producto natural de manera masiva.
Los que no deben comer lechuga en grandes cantidades
De acuerdo con la sección de calidad de vida del portal chileno Meganoticias, aparte de las características ya mencionadas, la lechuga contiene lactucarium, la cual tiene un efecto sedante. Por lo tanto, “consumirla excesivamente puede afectar en la disminución del desempeño físico y mental de algunas personas”.
Si bien, lo primordial para prescindir del consumo de lechuga es asistiendo a una consulta médica con especialistas en nutrición, estas son las personas menos convocadas para ingerirla en excesivas cantidades:
- Personas que realizan dietas extremas
Suele pasar que al ser la lechuga un alimento diurético, hay quienes la consumen en cantidades que sobrepasan los límites. Para los expertos, este alimento no es tóxico, pero sí tiene efectos secundarios por su inadecuado consumo.
El portal Unisima explica que cuando se ingiere demasiada lechuga en un tiempo récord, más de la proporción diaria, “podemos experimentar un decrecimiento en el nivel de potasio en el organismo”. Lo que se traduce a que puede darse signos de cansancio y fatiga de manera acelerada.
- Deportistas de alto rendimiento
Los conocedores del tema detallan que los deportistas extremos, personas que mantienen un desempeño físico puntual y concentración total, deben controlar el consumo de la hortaliza, ya que “pueden sentir contraindicaciones si comen más de una taza de lechuga al día, aun cuando sea parte de su dieta para comer sano”. Esto por lo dicho anteriormente, es decir, cabe la posibilidad de que la alta presencia de lechuga en el cuerpo cause cansancio y trunque el deporte que se desea realizar.
Consumo óptimo
Desde la Sociedad Española de Nutrición, se indica que la recomendación estándar del consumo de lechuga por día es una porción entre los 30 y máximo 50 gramos, lo que serían cinco hojas de una lechuga pequeña.
Por su parte, el blog Cardamomo agrega que esta hortaliza suele ser el ingrediente principal de las ensaladas e ingresa al grupo de las preparaciones saludables. Asimismo, sirve como guarnición (complemento de plato fuerte) de las comidas.
Para terminar, así como es recomendable visitar a un experto si se toma la decisión de no comer lechuga, lo mismo pasa para aquellas personas que desean realizarlo todos los días, debido a que no todos los cuerpos son iguales y reciben los alimentos de diferente manera.