Uno de los problemas más comunes en los adultos mayores es la mala circulación sanguínea, que puede aparecer en cualquier momento y con más frecuencia de lo esperado. Por eso hay que prestarles atención a los síntomas de alarma y acudir ante un especialista para llevar a cabo un tratamiento adecuado.
Normalmente, el corazón de una persona adulta bombea aproximadamente cinco litros de sangre a todo el cuerpo cada minuto, pero cuando hay problemas de circulación, el líquido se acumula en una parte específica del cuerpo, lo que impide que el oxígeno llegue principalmente a las extremidades, como piernas, manos y dedos.
Por su parte, Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explica que la buena circulación es esencial para tener un buen estado de salud. Así las cosas, al padecer esta condición, disminuye la calidad de vida y se hace molesta y dolorosa.
Es importante mencionar que la mala circulación no hace referencia a una enfermedad, pero identificar las causas y los síntomas, así como la frecuencia con la que se manifiestan, es clave para tener un mejor estilo de vida. A continuación, Mayo Clinic expone algunos síntomas que se deben tener en cuenta:
- Piel fría, seca o escamosa.
- Comezón en las piernas.
- Presencia de pequeños vasos, varices o manchas rojas.
- Tobillos y pies hinchados.
- Coloración pálida o azulada en las zonas de mala circulación.
- Calambres.
- Sensación de hormigueo, pinchazos o adormecimiento.
- Ausencia de vellos en las piernas.
- Grietas en los talones.
Ahora bien, para tratar este problema de salud, los expertos aconsejan incluir a la rutina diaria buenos hábitos de vida como una alimentación libre de grasas saturadas, sal y azúcar, así como la práctica de ejercicio físico para activar todos los órganos del cuerpo.
Por otra parte, la medicina tradicional ofrece múltiples remedios caseros a base de hierbas medicinales que son ideales para mejorar la circulación sanguínea, especialmente en las piernas.
Por lo anterior, el portal web Aquilea destaca las propiedades antiinflamatorias de la planta del rusco, también conocida por su nombre científico Ruscus Aculeatus, que ayuda a mejorar la circulación venosa. Esta planta medicinal puede servir para prevenir la aparición de varices y generar una sensación general de bienestar en las piernas.
De acuerdo con el portal en mención, la planta de rusco tiene componentes como las saponinas, resinas, flavonoides, potasio y aceites esenciales, los cuales se encuentran en gran medida en las raíces y el rizoma de la planta y estos favorecen el drenaje linfático, contribuyendo así a eliminar líquidos y toxinas perjudiciales para el cuerpo.
Del mismo modo, los expertos explican que también tiene ruscogenina, como principio activo, que se conoce como vasoconstrictor y que ayuda a reducir los vasos sanguíneos visibles.
La planta de Rusco se puede encontrar en las farmacias en forma de cápsulas, polvo criomolido, polvo de planta, cápsulas de extracto seco, gotas orales, y también en geles y cremas de uso tópico para aplicar con suaves masajes.
Tres consejos para mejorar la circulación en las piernas
1. Levantar y ejercitar las piernas: La elevación y flexión favorecen la circulación de las piernas, gracias a que estimulan el flujo. Resultan ideales tanto para prevenir como para combatir trastornos circulatorios, como las varices, según información de la revista Mejor con Salud, escrita por Daniela Echeverri Castro.
Para realizarlo la persona se acuesta en el suelo boca arriba, levanta las piernas hacia el techo y las extiende tanto como pueda. Luego, flexiona las rodillas y vuelve a estirar hasta completar 20 repeticiones con movimientos alternos. Las flexiones de rodillas son un movimiento complementario que ayuda a obtener mejores resultados. En esa posición de las piernas estiradas también es recomendable realizar movimientos circulares con los tobillos.
2. Caminar de puntillas: Cuando las personas andan en esa posición, logran estimular la contracción de los gemelos, que, al mismo tiempo, comprimen las venas, facilitando el retorno venoso. Esto se denomina bomba muscular y su activación influye de manera significativa en la circulación de las piernas.
Lo más adecuado es ponerse de pie y realizar la acción de pararse de puntillas diez veces sin caminar. Igualmente, se puede combinar con el mismo ejercicio realizado con los talones, en lugar de usar las puntas de los pies, de modo que se contraen los músculos opuestos.
3. Pedalear desde el suelo: Una de las mejores formar para promover la buena circulación de la sangre en las piernas es la emulación de bicicleta, acostado en el suelo. El movimiento consiste en elevar y mover las piernas al mismo tiempo, lo que favorece el retorno de la sangre hacia el corazón.
4. Masajearse las piernas: Después de una larga jornada y antes de dormir, un masaje en las extremidades es vital para aliviar la sensación de pesadez. El paso a paso es iniciar de arriba a bajo, luego rodearlas con las manos, apretar en las zonas de mayor tensión y finalmente mojar los pies y gemelos en agua fría.