Los cálculos renales son depósitos duros que se forman en los riñones cuando los minerales y las sales, especialmente el oxalato de calcio, cristalizan. Aunque se originan en los riñones, los cálculos renales pueden afectar cualquier parte del sistema urinario.
La deshidratación se considera un factor importante en el desarrollo de los cálculos renales. Cuando el cuerpo está deshidratado, el flujo de líquido a través de los riñones es más lento, lo que aumenta la posibilidad de que los compuestos de sales y minerales se encuentren y se adhieran entre sí.
En algunos casos, los cálculos renales pueden formarse en tamaño pequeño y eliminarse por sí mismos sin causar síntomas. Sin embargo, los cálculos de tamaño mediano o grande suelen ser extremadamente dolorosos y requieren atención médica.
Remedios caseros para los cálculos renales
Albahaca
De acuerdo con el portal medicalnewstoday.com, “la albahaca contiene compuestos conocidos por ayudar a estabilizar los niveles de ácido úrico, lo que dificulta la formación de cálculos renales. Además, contiene ácido acético, un químico conocido por ayudar a disolver los cálculos”.
Una cucharada de extracto de albahaca o jugo/zumo puro al día puede ayudar a prevenir y tratar los cálculos renales.
Cola de caballo
Esta planta es ampliamente reconocida por sus propiedades beneficiosas en el tratamiento de la retención de líquidos, infecciones urinarias y pérdida de control de la vejiga. Sin embargo, también se ha demostrado su utilidad en el tratamiento de hemorragias, vómitos, afecciones vesicales, cálculos y más.
La cola de caballo es conocida por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que la hace popular entre los deportistas, ya que favorece la regeneración de la piel, los huesos y los músculos, así como ayuda en el proceso de cicatrización.
Una de las formas más comunes de consumir la cola de caballo es mediante la preparación de una infusión. Se recomienda tomar un máximo de tres tazas al día. Para prepararla, se sugiere hervir agua y añadir entre 10 o 20 gramos de la planta por cada litro.
Diente de león
El diente de león, conocido también como achicoria amarga, es una planta considerada como una maleza, pero que es comestible en su totalidad y se le atribuyen diversas propiedades medicinales.
“Esta planta contiene varios componentes activos como la inulina, ácidos fenólicos, taraxacósido, taraxacina, fitosteroles, mucílagos y sales minerales en su raíz, y flavonoides, cumarinas, y vitaminas B y C en sus hojas”, así lo dio a conocer el portal healthline.com.
En lo que respecta a su efecto en los riñones, el diente de león es beneficioso debido a su contenido de hierro, calcio, magnesio y potasio, ya que ayuda a prevenir la formación de cálculos renales y afecciones en la vesícula.
El diente de león puede ser consumido crudo en ensaladas o cocido como complemento en diferentes platos. También es posible preparar una infusión con esta planta, pero se recomienda no exceder las tres tazas diarias.
Factores de riesgo
De acuerdo con los datos recopilados en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) en los Estados Unidos, aproximadamente el 8,8% de los adultos en el país sufren de cálculos renales.
Se observa que los hombres tienen una mayor predisposición a desarrollar cálculos renales en comparación con las mujeres. Cerca del 10,6% de los hombres en los EE. UU. se ven afectados por esta enfermedad, mientras que el porcentaje en mujeres es del 7,1%.
Existen algunas condiciones médicas, como la enfermedad renal o la enfermedad de Crohn, que pueden causar o aumentar la probabilidad de desarrollar cálculos renales. Además, ciertos medicamentos como los diuréticos, los tratamientos contra el VIH, los medicamentos anticonvulsivos y los antiácidos a base de calcio, pueden incrementar el riesgo de padecer cálculos renales.