La diabetes es una enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, reveló que existen varios tipos de diabetes: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional (diabetes durante el embarazo).

No obstante, en este caso vamos a hablar de la diabetes tipo 2, que ocurre cuando el cuerpo no usa la insulina adecuadamente y no puede mantener el azúcar en la sangre a niveles normales.

Según los centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), aproximadamente del 90 al 95 % de las personas con diabetes tiene la diabetes tipo 2.

Adicional, explicó que es un proceso que evoluciona a lo largo de muchos años y generalmente se diagnostica en los adultos (si bien se está presentando cada vez más en los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes).

Además, posible que no se sienta ningún síntoma; por lo tanto, es importante realizar un análisis de los niveles de azúcar en la sangre si se está en riesgo.

De igual forma, la diabetes tipo 2 se puede prevenir o retrasar con cambios de estilo de vida saludables, como bajar de peso si tiene sobrepeso, tener una alimentación saludable y hacer actividad física regularmente.

Así las cosas, el portal Ecología verde reveló la lista de las plantas medicinales para la diabetes:

  • Gymnema silvestre (Gymnema sylvestre).
  • Guarumo (Cecropia obtusifolia y Cecropia peltata).
  • Hojas del arándano (Vaccinium).
  • Chía (Salvia hispánica).
  • Plantago o zaragatona (Plantago psyllium).
  • Té verde (Camellia sinensis).
  • Ginseng (Panax ginseng Meyer).
  • Fenogreco o alhova (Trigonella foenum-graecum).
  • Maíz (Zea mays L).
  • Eucalipto (Eucalyptus globulus Labill).
  • Wereke (Ibervillea sonorae).
  • Muicle (Justicia spicigera).
  • Copalchi (Hintonia latiflora).
  • Canela (Cinnamomum verum).
  • Galega (Galega officinalis L.)
  • Ajo (Allium sativum L.)
  • Alcachofa o alcachofera (Cynara scolymus L.)
  • Bardana (Arctium lappa L.)
  • Berro (Nasturtium officinale L.)
  • Cardo estrellado (Centaurea calcitrapa L.)
  • Hierba de San Pedro o escrofularia (Scrophularia nodosa L.)
  • Estevia (Stevia rebaudiana)
  • Hierba de Santiago o azuzón (Senecio jacobea L.)
  • Judía (Phaseolus vulgaris L.)
  • Levadura de cerveza (Saccaromyces verevisiae Meyen)
  • Lino (Linum usitatissimum L.)
  • Malvarrubia (Marrubium vulgare L.)
  • Nogal (Juglans regia L.)
  • Olivo (Olea europea L.)
  • Ortiga mayor (Urtica dioica L.)
  • Rompepiedras (Phyllanthus niruri)
  • Salsifí (Tragopogon porrifolius L.)
  • Salvia (Salvia officinalis L.)
  • Verdolaga (Portulaca oleracea L.)
  • Vicaria rosa (Catharanthus roseus L.)
  • Zarramonera (Emblica officinalis Gaertn.)

De todos modos, antes de consumir alguna planta medicinal, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Lo anterior, porque muchas personas creen que usar plantas para tratar una enfermedad es más seguro que tomar un medicamento, pero “natural” no quiere decir seguro, a menos que se tomen de la manera indicada, ya que algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos o ser tóxicas en dosis altas y, también, pueden causar efectos secundarios.

Cómo elegir y usar hierbas medicinales de manera segura

  • Poner atención a las afirmaciones hechas acerca del producto. ¿Cómo se describe el producto? ¿Es una píldora “milagrosa” que “desaparece” la grasa? ¿Funcionará más rápido que el cuidado normal? ¿Es un secreto que su proveedor de atención médica y las compañías aseguradoras no quieren que sepa? Tales declaraciones son señales de alerta. Si algo es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea.
  • Las “historias de la vida real” no son pruebas científicas.
  • No hay que darle suplementos herbales a los niños ni se deben emplear si se tiene más de 65 años de edad.
  • No usar remedios herbales sin hablar primero con un experto de la salud y en especial si se está tomando cualquier medicamento.
  • No utilizarlos si se está en embarazo o amamantando.
  • No usarlos si se va a tener una cirugía.