Los vasos sanguíneos forman una red de arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas; por decirlo de alguna forma, son los tubos a través de los cuales circula la sangre en el cuerpo.

La enfermedad cardiovascular es el término más ampliamente usado para referirse a problemas del corazón y los vasos sanguíneos. Estos problemas a menudo están relacionados con la aterosclerosis, una afección que ocurre cuando depósitos de grasa y colesterol se acumulan en las paredes de los vasos sanguíneos.

Aunque son muchas las causas de enfermedades cardiovasculares, estas se producen principalmente por la falta de ejercicio, malos hábitos alimenticios, obesidad y dietas ricas en aceites vegetales, azúcares y grasas de baja calidad. El consumo de tabaco y elevados niveles de estrés también están relacionados con esta enfermedad.

En general, seguir una dieta sana y hacer ejercicio ayudan a prevenir casi cualquier problema de salud; sin embargo, también algunos remedios con plantas ayudan a reducir los niveles de colesterol alto y fortalecen el sistema cardiovascular.

Plantas medicinales para mejorar la circulación

Ortiga: La infusión de ortigas es un excelente suplemento de hierro en el tratamiento de la anemia. Si se combina con espino y melisa, ayuda a regular la hipertensión.

Raíz de jengibre: tiene un efecto termogénico gracias a su capacidad vasodilatadora. Puede tomarse en crudo, cocinada en cualquier guiso o incluso en infusión; también puede tomarse en polvo disuelto en agua caliente, tintura o cápsulas.

Espino blanco: ayuda a regular la frecuencia cardíaca, la hipertensión y sirve para tratar las digestiones pesadas. El espino blanco es un tradicional reconstituyente del corazón y de la circulación. Para exprimir al máximo sus propiedades se puede tomar en infusión, tintura o zumo.

Hojas de olivo: Son uno de los mejores complementos para el tratamiento del colesterol elevado. Constituyen un remedio natural que no tiene ninguna contraindicación. Tomando una infusión de hojas de olivo se puede nivelar el colesterol. La mejor forma de consumirlo es en infusión mezclada con espino blanco.

Ajo: Ayuda a mantener buenos niveles de colesterol y tiene una acción anticoagulante beneficiosa en la prevención de trombosis y arteriosclerosis. También se utiliza para tratar gripas e infecciones respiratorias. Se puede tomar en jugo en cápsulas o crudo.

Romero: Es usado a manera de tónico, tradicionalmente utilizado para fortalecer el corazón, reducir las varices y prevenir la obstrucción de los vasos sanguíneos. La forma ideal de ingerirlo es combinarlo con melisa en infusión.

Ginkgo Biloba: Además de ser una de las especies de árbol vivo en el mundo más importantes, sus propiedades como vasodilatador y estimulante circulatorio hacen de esta planta una de las más usadas para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Suele combinarse con espino para tratar las enfermedades arteriales.

Semillas de Goji: Es un tónico chino del que se cree que provee una vida muy larga. Sus bayas son un tónico para el sistema circulatorio y la sangre; además, alivian el mareo y los tinnitus.

Hammamelis: Es astringente y antiinflamatoria, así como uno de los remedios para mejorar la circulación de la sangre. Para aplicar localmente, lo mejor es mojar un disco de algodón en hamamelis y poner sobre las quemaduras, golpes, inflamaciones, varices y/o hemorroides.

Las flores de tilo: Contribuyen a reducir el estrés y los problemas de tensión asociados a la hipertensión. Se utiliza también para fortalecer las arterias y aliviar las cefaleas. Suele combinarse con espino y se toma en infusión.

Aquilea: Reduce la hipertensión y trata la arteriosclerosis. La forma de tomarla para mejorar la circulación es mojando un disco de algodón en tintura diluida o infusión fría para detener las hemorragias.