Las ojeras, esas manchas oscuras debajo de los ojos que a menudo nos hacen lucir cansados o enfermos, son un problema común de la piel. Si bien la falta de sueño, la genética y el estrés suelen ser las causas más mencionadas, pocos consideran el papel que las hormonas pueden desempeñar en la formación de ojeras. A medida que investigamos más sobre el vínculo entre los problemas hormonales y las ojeras, se hace evidente que hay una conexión que vale la pena explorar.
Las ojeras son áreas de la piel que se vuelven más oscuras de lo normal, generalmente bajo los ojos. Pueden ser de color marrón, azul, morado o incluso negro, y suelen ir acompañadas de hinchazón y bolsas debajo de los ojos. El portal Mejor con salud dice que si bien la fatiga y la falta de sueño son factores comunes que contribuyen a las ojeras, varios problemas hormonales también pueden desencadenar o empeorar este problema dermatológico.
Los problemas hormonales y su impacto en las ojeras
- Desequilibrio de melanina: La melanina es el pigmento que da color a la piel. El portal Medline Plus, explica que los cambios hormonales pueden afectar la producción de melanina, lo que puede llevar a una mayor pigmentación en la piel alrededor de los ojos. Por ejemplo, el embarazo, la menopausia y el uso de anticonceptivos hormonales pueden provocar un aumento en la producción de melanina y, como resultado, la aparición de ojeras más notorias.
- Retención de líquidos: Los cambios hormonales también pueden afectar la forma en que el cuerpo retiene el agua. Según la Clínica Menorca, la retención de líquidos puede hacer que los tejidos circundantes se hinchen, lo que puede acentuar las ojeras y dar la impresión de tener ojeras más pronunciadas. Esto puede ser especialmente notable durante el ciclo menstrual y el embarazo debido a las fluctuaciones hormonales.
- Estrés y cortisol: El estrés crónico puede llevar a un aumento en los niveles de cortisol, una hormona del estrés. Tal como lo explica el portal Cerave. El exceso de cortisol puede adelgazar la piel y hacer que los vasos sanguíneos debajo de los ojos sean más visibles, lo que contribuye a la apariencia de ojeras.
- Alteraciones de la tiroides: Los trastornos de la glándula tiroides, como el hipotiroidismo y el hipertiroidismo, pueden tener un impacto significativo en la piel y, en algunos casos, causar ojeras. El Dr. José Nieto, indica que el hipotiroidismo, por ejemplo, puede hacer que la piel se vuelva más pálida y fina, lo que resalta más las ojeras.
- Alergias y hormonas: Las alergias estacionales pueden estar relacionadas con cambios hormonales y desencadenar la congestión nasal y la inflamación de los vasos sanguíneos alrededor de los ojos. Esto, a su vez, puede contribuir a la aparición de ojeras.
Cómo tratar las ojeras relacionadas con problemas hormonales
Si sospechas que tus ojeras están relacionadas con problemas hormonales, es importante consultar a un médico o dermatólogo para un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento. Aquí hay algunas estrategias que brinda el portal Medical News Today que pueden ayudar:
- Tratar la causa subyacente: Si se identifica un problema hormonal, como un trastorno tiroideo, el tratamiento médico adecuado puede ayudar a abordar las ojeras.
- Controlar el estrés: La gestión del estrés puede ayudar a mantener los niveles de cortisol bajo control. Prácticas como la meditación, el yoga y el ejercicio regular pueden ser útiles.
- Cuidado de la Piel: Utilizar productos para el cuidado de la piel que contengan ingredientes como la vitamina C, la vitamina K y el ácido hialurónico puede ayudar a aclarar y suavizar la piel debajo de los ojos.
- Antialérgicos: Si las alergias son un factor contribuyente, el tratamiento de las alergias estacionales puede reducir la congestión y la inflamación alrededor de los ojos.
- Descanso y Nutrición: Asegúrate de dormir lo suficiente y llevar una dieta equilibrada rica en antioxidantes y nutrientes que promuevan la salud de la piel.
Si bien las ojeras suelen asociarse con la falta de sueño y la genética, los problemas hormonales también pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo y agravamiento. Consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuados es fundamental para mantener una piel saludable y radiante, independientemente de los desafíos hormonales que puedan surgir.