Tener hígado graso se ha convertido en una condición muy común y con muchos interrogantes con respecto al manejo de la alimentación que debe tener una persona que padece también diabetes. La dieta para tratar estas enfermedades en conjunto es fundamental, dado que es necesario evitar su avance progresivo y el deterioro de otros organismos que se pueden ver afectados. De esta manera, el riesgo de no identificar una dieta que regule la diabetes y a la vez el hígado graso, podría ocasionar una afección más grave y difícil de tratar.
La esteatosis hepática no alcohólica (EHNA), es una de las formas más comunes de enfermedad hepática crónica y que afecta a una cuarta parte de la población. Esta patología se caracteriza por una inflamación severa del hígado y en muchos casos, puede derivar en una cicatrización avanzada, conocida como cirrosis hepática.
Según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que la afección del hígado graso se presenta en al menos la mitad de las personas con diabetes tipo 2.
Síntomas comunes del hígado graso y cirrosis hepática
- Dolor en medio del abdomen o en la parte superior derecha.
- Vasos sanguíneos agrandados debajo de la superficie de la piel.
- Palmas rojas de las manos
- Color amarillento en la piel y en los ojos.
- Cansancio durante el día.
- Agrandamiento del órgano. Esto se puede percibir al palparlo.
- Decoloración de alguna zona de la piel como el cuello y las axilas.
De esta manera, los alimentos que se deben priorizar en la dieta para el hígado graso y diabetes incluyen:
- Frutas frescas y naturales como la manzana, pera, piña durazno, papaya, naranja, ciruela y guanábana.
- Vegetales fresco como el calabacín, la rúcula, las espinacas, la berenjena, la lechuga, el tomate, la cebolla y la zanahoria.
- Cereales integrales como el arroz integral, pan integral, quinoa y avena en hojuelas.
- Proteínas bajas en grasa como el huevo, pollo y pescados de carne blanca.
- Leche y derivados con poca grasa como la leche, yogurt descremado y quesos blancos como el requesón y cottage.
Así mismo, es importante consumir en menores cantidades alimentos ricos en grasas saludables como el aceite de oliva, el aguacate, el coco, las nueces y los pescados ricos en omega 3.
Alimentos que no debe consumir una persona con diabetes e hígado graso
- Alimentos ricos en grasa y con alto contenido de sal: queso amarillos, queso crema, tocino, cordero, carne de de res, piel de pollo, carne de cerdo, chocolate y mantequilla.
- Alimentos ricos en azúcar: helados, dulces en almíbar, mermeladas y jugos de fruta industrializados.
- Cereales refinados: arroz blanco, pasta, pan blanco y harina de avena.
- Alimentos industrializados: salsas enlatadas, pasta instantánea, comida rápida y comidas congeladas.
Profesionales de la salud recomiendan que los pacientes diagnosticados con diabetes e hígado graso, no solamente se deben regir a una dieta especifica, sino que deben incorporar una rutina diaria de ejercicios que les permitan bajar de peso, si tiene sobrepeso u obesidad, y evitar ingerir medicamentos innecesarios.
Dieta sugerida para personas con diabetes e hígado graso:
Para el desayuno puede ingerir un plato de frutas rojas con yogurt natural, bajo en grasa. Adicionar una tortilla de dos claras y una yema con espinacas. Y finalmente beber una taza de café con leche descremada y adicionar vitamina D.
A la hora del almuerzo puede consumir una crema de frijol negro, junto a una porción de salmón con guarnición de brócoli. Puede agregar una ensalada verde con vinagreta a base de aceite de oliva y una taza de piña natural.
Finalmente, para la cena, puede consumir unas tostadas horneadas de queso cottage sin grasa y aguacate.