Con el paso de los años, los ambientadores se han convertido en productos de primera mano utilizados para eliminar malos olores o para disfrutar de aromas agradables en diferentes espacios del hogar o la oficina. Han venido ganando terreno en todas sus variedades.

Velas, inciensos y sprays son muy apetecidos en búsqueda de brindar sensación de limpieza e higiene en la casa. Sin embargo, la mayoría de ellos tienen sustancias tóxicas y derivados del petróleo que pueden generar problemas de salud si se usan en exceso, según información del portal Cuerpo Mente.

De acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una asociación privada sin ánimo de lucro, de España, algunos ambientadores empeoran notablemente la calidad del aire hasta hacerlo similar, en cuanto a toxicidad y riesgos para la salud, con el ambiente de una sala de fumadores muy cargada.

Esta organización analizó 22 ambientadores que comparten una característica: en la difusión del olor interviene de alguna forma el calor, ya sea porque hay combustión, como ocurre con las velas o el incienso, o porque la sustancia ambientadora se calienta de modo indirecto, como sucede con los aceites.

Una de las principales conclusiones fue que el calentamiento o la combustión de las sustancias que componen los ambientadores, ya sea parafina y otros subproductos del petróleo, aceites, plantas, maderas, fragancias naturales y químicas, produce emisiones que resultan peligrosas cuando superan una determinada concentración.

Los ambientadores son una mezcla de productos que en latas concentraciones pueden resultar tóxicos. | Foto: getty

La situación puede ser más compleja porque normalmente estos productos se usan en espacios cerrados y con niveles mínimos de ventilación. Para los expertos, no es recomendable convertir el uso de ambientadores en un hábito de higiene doméstica, pues estos productos no limpian el aire ni suprimen los malos olores, sino lo que hacen es enmascáralos. Es más recomendable ventilar de manera regular para renovar el aire.

Por esta razón, lo aconsejable es utilizarlos en momentos y lugares puntuales sin exceder su uso para evitar posibles complicaciones de salud.

Una de las recomendaciones de la Organización de Consumidores y Usuarios es verificar y validar los materiales con los que han sido elaborados, ya que algunos ambientadores cuentan en su composición con componentes como benceno, que es un compuesto químico tóxico; formaldehído, una sustancia tóxica capaz de generar dolor de cabeza; o incluso alérgenos que las personas pueden terminar respirando sin ser conscientes de ello.

Según Cuerpo Mente, la inhalación de algunos de estos compuestos se asocia a muchas alteraciones en el organismo y estas se agudizan en personas sensibles, en los bebés y en mujeres embarazadas.

De acuerdo con este sitio web, el exceso de este tipo de productos puede generar irritación en los ojos, nariz y garganta; dolor de cabeza, nerviosismo, náuseas, mareos y fatiga.

Los aromas de los ambientadores en muchas oportunidades pueden relajar, pero es importante no usarlos en exceso. | Foto: Getty Images

Recomendaciones

- No se deben usar ambientadores en lugares sin ventilación ni en presencia de niños, mujeres embarazadas o personas que sufran alergias o asma.

- Si se usan ambientadores para generar calor, es importante no tenerlos mucho tiempo encendidos, ni prender varios a la vez.

- Cuando se prende un ambientador es importante ventilar, pues aunque el olor se mantenga, el aire estará más limpio.

- No dejar los ambientadores al alcance de los niños, pues pueden quemarse o ingerir los aceites.

Para evitar posibles molestias de salud, lo mejor es elegir ambientadores naturales y libres de tóxicos. Por ejemplo, se pueden utilizar velas sin parafina, aguas aromáticas, difusores de aceites esenciales y otros productos exentos de tóxicos para crear ambientes más sanos.

Para no utilizar incienso, que normalmente contiene sustancias químicas, se puede usar palo santo, que al arder produce un aroma penetrante. También la salvia puede ser una opción, ya que ayuda purificar y limpiar el ambiente.