El cáncer no deja de preocupar a millones de personas en el mundo. Se trata de una enfermedad ‘agresiva’ que tiene la capacidad de propagarse por el cuerpo.
El cáncer se refiere a cualquiera de un gran número de enfermedades que se caracterizan por el desarrollo de células anormales. Estas, según los expertos, se dividen sin control y tienen la capacidad de infiltrarse y destruir el tejido corporal normal.
Sin embargo, Alice Pereira, dietista registrada de Baptist Health South Florida, destaca que una dieta y un estilo de vida saludables pueden ayudarle a combatir el cáncer y a reducir su riesgo.
“Es importante llevar una dieta balanceada. Para la prevención del cáncer, enfatizamos una dieta basada en las plantas”, indicó Pereira.
Por lo tanto, resaltan que las dietas a base de frutas y vegetales brindan un plato lleno de fitoquímicos (una clase de nutrientes que ocurren naturalmente en las plantas), vitaminas y minerales, todos los cuales pueden actuar como antioxidantes.
En cuanto a los antioxidantes, estos protegen los procesos celulares del cuerpo y ayudan a combatir la inflamación.
“El cuerpo utiliza ciertos compuestos de los alimentos y químicos derivados del cuerpo, llamados antioxidantes, para ayudar a proteger contra el daño a los tejidos que ocurre constantemente como resultado del metabolismo normal (la oxidación). Y porque ese daño se ha visto vinculado con un aumento en el riesgo para el cáncer, algunos antioxidantes pueden ayudar a proteger contra el cáncer”, señalan desde la American Cancer Society.
En tal sentido, desde la American Cancer Society destacan los beneficios de una dieta con base en las plantas y un consumo limitado de carne roja.
Estos alimentos son: frijoles, vegetales crucíferos como la col rizada, las coles de bruselas, el brócoli y la coliflor; y vegetales blancos como el ajo y las cebollas.
También, frutas como los arándanos rojos, azules y negros, y las uvas. Así mismo, sardinas, salmón, caballa, atún, anchoas y granos como arroz integral, quínoa, cebada, mijo y farro.
El superalimento que podría prevenir y reducir el riesgo de cáncer en más del 60 %
Un estudio científico reveló que el almidón que contienen alimentos como los plátanos maduros y la avena podría contribuir a reducir significativamente el riesgo de padecer cáncer.
La investigación fue desarrollada por un equipo de expertos de las universidades de Newcastle y Leeds (en Inglaterra) contó con cerca de mil 1000 participantes de diferentes zonas del mundo que tienen el síndrome de Lynch, el cual es causado por una falla genética que eleva hasta un 80 % las posibilidades de desarrollar cáncer en el transcurso de su vida.
A estas personas se le suministró una dosis regular de almidón resistente, también conocido como fibra fermentable, por un periodo de dos años. Posteriormente, se practicaron unos análisis que presentó una reducción en más del 50 % en la posibilidad de padecer cáncer de esófago, estómago, vías biliares, páncreas y gastrointestinal.
¿Por qué el almidón del plátano reduce el riesgo de cáncer?
El estudio publicado en la revista Cancer Prevention Research, establece que el almidón del plátano y avena es una especie de carbohidrato que se fermenta en el intestino grueso y esta situación permite que aparezcan bacterias intestinales beneficiosas. De manera que pasa a ser un tipo de fibra dietética en el sistema digestivo que aporta varios beneficios para la salud de las personas.
De acuerdo con el profesor John Mathers, docente de Nutrición Humana en la Universidad de Newcastle, ese almidón resistente puede reducir el desarrollo del cáncer porque cambia el metabolismo bacteriano de los ácidos biliares y al reducir la presencia de esa sustancia se evita un deterioro en el ADN lo cual puede impedir que se produzca el cáncer.
El experto también subrayó que la información obtenida con su estudio permite establecer que el almidón resistente tuvo un efecto altamente evidente en la parte superior del intestino lo cual es muy relevante porque en esa zona no es fácil diagnosticar a tiempo un cáncer.
En ese sentido, Mathers indicó que ese almidón podría consumirse como un suplemento en polvo pese a que está presente de forma natural en alimentos como la avena, los frijoles o el plátano, por lo tanto, el incluir este producto en la dieta ya aportaría un gran beneficio a la salud. Además, precisó que se estaría recibiendo una cantidad menor de calorías que comer productos que tengan el almidón normal.
No obstante, Mathers sostiene que aún es necesario desarrollar nuevos estudios que ayuden a confirmar su planteamiento, puesto que hay otras variables que deben ser consideradas en un posterior estudio.