Tener una buena alimentación es de vital importancia, pues de esta forma se pueden prevenir enfermedades y, la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que una dieta sana debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
Dicho lo anterior, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló qué se debe desayunar para fortalecer la salud del corazón:
Menú 1
- Una taza de avena tradicional cocida, cubierta con una cucharada de nueces picadas y una cucharadita de canela.
- Una taza de leche descremada.
Menú 2
- Una taza de yogurt natural de bajo contenido graso, mezclada con 3/4 tazas de arándanos azules.
- 3/4 de taza de jugo de naranja fortificado con calcio.
Entre tanto, así como hay alimentos recomendados, también hay otros que no, como lo es la tocineta y la mantequilla por su alto contenido de grasas saturadas, según le explicó la nutricionista Susana León a La Vanguardia.
Asimismo, le dijo al medio que otros alimentos que no se deben incluir en el desayuno son los cereales industriales, por el alto contenido de azúcar; los productos de panadería industrial, por las altas cantidades de harinas y azúcares; los zumos de los jugos, pues se pierden las propiedades de las frutas; las bebidas energizantes, por sus contenidos de azúcar y el pan blanco porque “provocan picos de glucosa en sangre”.
Por su parte, el desayuno es solo el comienzo para cuidar y tener un buen corazón, pues hay otras recomendaciones que ayudarán con este propósito, como, por ejemplo:
1. No fumar: pues el hacerlo aumenta el riesgo de morir de enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos (cardiovasculares), que incluyen ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
2. Hacer ejercicio: la recomendación es hacer al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana, o una combinación de actividad moderada e intensa, según la Organización Mundial de la Salud.
3. Mantener bien los niveles de glucosa.
4. Controlar la presión arterial.
5. Mantener los niveles de colesterol dentro de los límites aconsejados.
6. Tener un peso saludable: el Ministerio de Salud en su página web explicó que para saber si una persona está en un peso saludable, existen algunos métodos confiables. Uno es la determinación del Índice de masa corporal (IMC), que describe la relación entre peso y estatura y para calcular el IMC se necesita conocer el peso y la estatura y se aplica una sencilla fórmula matemática que consiste en dividir el peso entre la estatura al cuadrado: IMC = Peso (Kg)/ estatura al cuadrado (Mt).
Ejemplo: Una persona pesa 64 Kg y mide 1,5 metros: 64/1,5 x 1,5 = 28,44. Este dato indica el IMC de la persona (28.44) se encuentra en los valores correspondientes a sobrepeso.
Criterios de evaluación del IMC:
- Si el IMC es inferior a 18,5, está dentro de los valores correspondientes a “delgadez o bajo peso”.
- Si el IMC es entre 18,5 y 24,9, está dentro de los valores “normales” o de peso saludable.
- Si el IMC es entre 25,0 y 29,9, está dentro de los valores correspondientes a “sobrepeso”.
- Si el IMC es 30,0 o superior, está dentro de los valores de “obesidad”.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.