Los vómitos y la diarrea son síntomas comunes de gastroenteritis, que es la inflamación e irritación del estómago y los intestinos. Estas dos afecciones pueden generar serias complicaciones de salud debido a que en muchas oportunidades causan deshidratación.
La deshidratación se produce cuando se pierde demasiado líquido. Los niños pequeños y los ancianos pueden deshidratarse rápidamente, pero es posible que esta situación de presenta a cualquier edad, precisa el portal Family Doctor.
Las causas detrás de los vómitos y la diarrea son diversas e incluyen: virus, bacterias, parásitos, ciertos medicamentos o ciertas afecciones médicas. Los alimentos que son difíciles de digerir (como demasiados dulces) y la carne o el pescado poco cocidos (crudos o parcialmente crudos) también pueden causar estas afecciones.
Dado que una de las principales consecuencias de estos padecimientos es la deshidratación, es importante prestar atención a los siguientes signos:
- Poca orina o falta de la misma. También a veces es más oscura de lo habitual
- Sed (los bebés pueden mostrar sed al llorar, estar irritables y ansiosos por beber cuando se les ofrece algo)
- Irritabilidad;
- No comer tan bien como de costumbre
- Pérdida de peso
- Sequedad en la boca
- Llorar sin lágrimas
- En los bebés menores de 18 meses, se hunden los puntos blandos en la parte superior de la cabeza.
- Somnolencia.
Los especialistas aseguran que cualquier persona que haya sufrido episodios de vómitos o diarrea debe reemplazar los líquidos y electrolitos perdidos.
La Clínica Universidad de Navarra de España realiza algunas recomendaciones de lo que se debe tomar y comer para hacerle frente a la condición generada por la diarrea y el vómito.
Bebés y lactantes
- Suspender el biberón durante cuatro a seis horas. Se puede continuar con la lactancia materna.
- Durante este tiempo suministrarle solución rehidratante fría, de venta en las farmacias. Se les debe administrar una cucharada de solución cada 5 a 10 minutos. La recomendación es darles muy poca cantidad, de manera frecuente.
- Volver a las seis horas a la alimentación habitual, manteniendo la solución rehidratante.
- Comenzar a reintroducir la alimentación complementaria. Se puede empezar con papilla de arroz.
Niños menores de 8 años
- Suspender la alimentación al menos cuatro o seis horas.
- Durante este tiempo tomar solución rehidratante. Es necesario que el líquido esté muy frío, que se beba con la cuchara, para hacerlo en pequeñas cantidades y muy frecuentemente. Aumentar gradualmente la cantidad de solución rehidratante si el menor es capaz de tolerarla durante más de un par de horas sin vomitar.
- Antes de volver a una alimentación normal, es necesario comenzar poco a poco con una dieta astringente. Debe hacer tomas frecuentes y pequeñas, sin forzarle a comer. Se puede mantener la solución rehidratante si se mantienen las pérdidas. Los niños mayores de un año pueden tomar sopas o refrescos livianos, o jugo mezclado 50-50 con agua para ayudar a prevenir la deshidratación. Se debe evitar beber agua sola porque no contiene suficiente sal y nutrientes para ayudar en caso de deshidratación.
Niños mayores de 8 años
- Suspender la alimentación durante 12 horas.
- Antes de volver a la alimentación normal hacer una dieta astringente.
Adultos
- Para reemplazar los líquidos perdidos por los vómitos y la diarrea, los adultos y los adultos mayores deben tratar de beber al menos siete vasos de agua de ocho onzas por día. Los adultos mayores también pueden usar soluciones de rehidratación o alimentos líquidos para ayudar a reemplazar los líquidos corporales perdidos.
- Es importante beber líquidos que contengan minerales y electrolitos para reponer los perdidos. Las fuentes de electrolitos y minerales incluyen: sopa, agua de coco y bebidas deportivas, entre otros.