Cada vez son más las personas en el mundo que deciden plantar sus propias verduras, frutas y hortalizas. Este acto aumentó con la llegada de la pandemia del coronavirus, gracias a los confinamientos, el encierro y la falta de actividad, hechos que incentivaron a que la gente fuera más consciente del planeta, lo que llevó a varios a crear sus propias huertas en casa.

Para la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los huertos domésticos “se están convirtiendo en una fuente cada vez más importante de alimentos e ingresos para las familias pobres de las zonas urbanas y periurbanas”.

Además de los beneficios asociados a la jardinería -tanto físicos como mentales- cultivar una propia plantación en casa puede ayudar a las personas a comer más sano y gastar menos dinero.

Cabe destacar que tener una huerta en el hogar es parte de ese cambio de hábitos que, además de proveer alimentos más sanos y libres de químicos, permite hacer un manejo responsable de los residuos que se desechan a diario.

Igualmente, uno de los propósitos de Secretaría de Ambiente de Bogotá, para hacerle frente a la crisis climática actual, es motivar y promover en la ciudadanía el desarrollo de prácticas sostenibles y de cambio de hábitos que sean amigables con el medio ambiente.

En el caso de plántulas un poco más grandes, primero, retire el plástico negro; segundo, abra un hueco proporcional al tamaño de la planta y tercero, tape las raíces con la tierra del recipiente.

“Una de las bondades de las huertas caseras es que cada persona tiene la libertad de elegir los alimentos que quiere cultivar. La variedad es extensa, se puede producir desde hierbas aromáticas hasta vegetales como cebolla, lechuga, tomates o pimientos”, dijo Óscar Vargas, profesional de la Secretaría de Ambiente.

Aquí la lista de vegetales y frutas que se pueden desarrollar en casa recomendados por expertos en jardinería:

Fresas

  • Las fresas son frutas comestibles llenas de sabor que regresan todos los años. Usted puede elegir entre muchos tipos. Algunos tienen estolones que echan raíces y brotes, lo que incrementa el área de cultivo sin ningún costo, según el portal especializado en jardinería GardenTech.

Calabacines y calabazas

  • Sembrar semillas de calabacín y otras calabazas, directamente en el jardín, a finales de la temporada de siembra primaveral.
  • Comerse las calabazas de cáscara suave, cuando estén maduras, y guardar las de cáscara gruesa para el invierno, ya que sirven para cultivarlas luego.

Tomates

  • De acuerdo con un estudio publicado en el magazín especializado Medical News Today, es un alimento “funcional” ya que, más allá de su función nutritiva, beneficia al organismo, previniendo enfermedades crónicas, como problemas de corazón, diabetes o cáncer.
  • La diferencia entre el sabor de un tomate cultivado en casa y el del que muchas veces compramos en el supermercado puede llegar a ser abismal.
  • Los expertos aconsejan cultivar la planta en un lugar con luz abundante y regarla en pequeñas cantidades, un par de veces por semana.
  • Es importante plantarla profundamente, ya que desarrolla raíces largas y abundantes. Y las hojas más cercanas al suelo son propensas a las enfermedades, por lo que deben ser eliminadas regularmente.

Pimientos

  • La mejor época para plantar esta hortaliza, nativa de América Central y del Sur, es la primavera, pues es sensible al frío.
  • Para cultivarlos se necesita disponer de un terreno soleado, plantando las semillas a una distancia entre planta y planta de entre 40 y 50 centímetros y manteniendo un riego constante.

Espinacas

  • En el caso de las espinacas, se pueden cultivar en pequeños huertos, separadas por unos 30 centímetros de distancia entre sí, o esparciendo las semillas en maceteros.
  • Prefiere los suelos ricos y húmedos, aunque puede crecer en cualquier tipo de suelo, siempre que tenga suficiente materia orgánica.
  • Necesita poco calor y sol.

Zanahorias

  • Otra de las hortalizas más fáciles de cultivar, y con altas propiedades nutritivas, es la zanahoria.
  • En este caso, lo más importante es mantener la humedad de la tierra, aunque una vez comienzan a crecer pueden distanciarse más los riegos.