Una de las preguntas que muchas personas se han hecho es qué se siente estar en microgravedad. Para responder a lo anterior, nada más apropiado que los astronautas Michael Hopkins, Victor Glover y Shannon Walker, de la NASA, y Soichi Noguchi, de la misión Crew-1 de SpaceX y la NASA, quienes regresaron a la tierra después de pasar aproximadamente seis meses en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Para el astronauta Victor Glover, estar en microgravedad “en realidad es como vivir tus sueños sobre volar”. Respecto a su experiencia de desabrocharse por primera vez en ese estado, dijo “es realmente difícil de describir, ¿sabes? Hablamos de esta sensación de flotar, pero no es como flotar en una piscina porque incluso cuando estás en una piscina tienes gravedad, así que si te vuelcas boca abajo para estás consciente de que estás boca abajo”.
La nave Dragon, también conocida como Resilience (Resiliencia, en español) voló desde el espacio exterior y atravesó la espesa atmósfera de la Tierra y aterrizó sin complicaciones en la costa de Florida el pasado 2 de mayo a las 2:56 a.m. (hora de Miami).
Este jueves los astronautas participaron en un primer evento virtual y contestaron algunas preguntas a la prensa. Al ser consultados sobre qué estaban más orgullosos y por qué, Hopkins respondió que el hecho de que estuvieran “aquí sentados con ustedes hoy es probablemente lo que más me enorgullece de esto. Es el hecho de que lo logramos y lo hicimos funcionar”.
Sobre la importancia de la comida fresca en óribita para los astronautas, Hopkins contó que pudieron cultivar algunas plantas por un período de tiempo más largo y que pasaron por múltiples cosechas.
“Recuerdo que hubo una vez en la que habíamos completado la cosecha, y supongo que fue con una de las mostazas que recogimos que creamos wraps, una especie de wrap de lechuga para la cena de esa noche y fue increíble, absolutamente fantástico tener esa comida fresca”, agregó Hopkins.
En cuanto a lo más significativo de la misión, el astronauta Hopkins dijo que el lanzamiento en sí fue significativo, porque esta fue la primera vez que se tuvo una tripulación completa a bordo de un vehículo comercial. A su vez, resaltó el éxito del amerizaje, los paseos espaciales y los experimentos realizados en la EEI.
Otro de los grandes enigmas a lo largo de los años ha sido el tema de la vida en Marte, lo que ha incentivado a los científicos a adelantar muchos estudios al respecto. De hecho, varios de estos apuntan que las condiciones climatológicas y atmosféricas del planeta rojo harían inviable que los humanos puedan quitarse la escafandra protectora, ya que morirían en el instante. La escafandra se le llama al atuendo que llevan los astronautas y les permite protegerse de las condiciones climatológicas y atmosféricas del lugar donde se encuentran. Por lo tanto, estos enormes trajes utilizados en los viajes espaciales serían necesarios en caso de que los humanos consiguieran llegar a conquistar Marte.
“Hay agua en Marte, pero está bajo el hielo de dióxido de carbono de los casquetes polares. La presión atmosférica es tan baja que cualquier gota de agua se sublima, es decir, pasa de estado sólido a gaseoso sin pasar por el líquido. Eso le ocurriría a un humano, se evaporaría al momento”, explicó el investigador de ciencias planetarias del centro de astrobiología, Jorge Pla-García.
El instrumento MEDA (Analizador de Dinámica Ambiental en Marte, por sus siglas en inglés) ha estimado que la temperatura nocturna en Marte es de unos -80 grados centígrados, mientras que la presión es de 7 milibares, muy lejos de los aproximadamente 1.000 que tenemos en la Tierra.