La formación de piedras en los riñones, científicamente conocida como cálculos renales o litiasis renal, es un trastorno doloroso y común que afecta a una parte significativa de la población. Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK) de los Estados Unidos, aproximadamente 1 de cada 11 personas en ese país desarrollará un cálculo renal en algún momento de su vida.

Según el NIDDK y el Instituto Nacional de Salud de España (ISCIII), los cálculos renales pueden formarse debido a diversas razones. Una de las causas más frecuentes es la concentración elevada de ciertas sustancias en la orina, como calcio, oxalato y ácido úrico. Además, la falta de hidratación adecuada puede aumentar el riesgo de formación de piedras en los riñones, ya que el agua ayuda a diluir estas sustancias y prevenir su acumulación. Otros factores incluyen antecedentes familiares, trastornos metabólicos y ciertas enfermedades médicas.

Los cálculos renales se dan, entre otros factores, por la concentración elevada de ciertas sustancias en la orina, como calcio, oxalato y ácido úrico. (Imagen de referencia) | Foto: Libre de derechos

¿Qué síntomas producen los cálculos en los riñones?

Los síntomas de los cálculos renales pueden variar desde leves a intensos. Según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), los síntomas comunes incluyen un dolor punzante en el costado o la espalda, que puede irradiar hacia la ingle o el abdomen. Los pacientes también pueden experimentar dolor al orinar, necesidad frecuente de orinar, sangre en la orina y náuseas. La intensidad del dolor puede ser tan aguda que se asemeja a un parto, según el NIDDK.

Aquellos que han padecido cálculos renales describen la experiencia como extremadamente dolorosa. El dolor a menudo se describe como una sensación punzante y constante que puede durar desde minutos hasta horas. Además del dolor físico, los pacientes también pueden sentir ansiedad y preocupación debido a la incertidumbre de cuándo ocurrirá el próximo episodio de dolor.

Los cálculos renales son un problema médico que puede afectar a cualquiera. La prevención y el tratamiento adecuados son esenciales para aliviar el sufrimiento de los pacientes con cálculos renales, por eso, es recomendable consultar con el médico ante cualquier síntoma de alarma.

Los síntomas comunes de los cálculos renales incluyen un dolor punzante en el costado o la espalda, que puede irradiar hacia la ingle o el abdomen. (Imagen de referencia) | Foto: Getty images

¿Cómo prevenir los cálculos renales?

La prevención de los cálculos renales es fundamental para evitar el doloroso proceso de formación y los problemas de salud asociados.

  • Mantener una hidratación adecuada: beber suficiente agua es esencial para prevenir la formación de cálculos renales. El NIDDK recomienda beber al menos 8 vasos (64 onzas) de agua al día. Las personas con antecedentes de cálculos renales o que están en climas cálidos pueden necesitar más agua.
  • Controlar la dieta: reducir la ingesta de alimentos ricos en oxalato, como espinacas, remolacha, nueces y chocolate, puede ser beneficioso, ya que el oxalato es un componente común de algunos tipos de cálculos renales. Además, moderar la ingesta de sal y proteínas animales puede ayudar a prevenir cálculos de calcio y ácido úrico.
  • Adecuar el consumo de calcio: contrariamente a la creencia popular, limitar el calcio dietético no es la mejor estrategia para prevenir cálculos renales de calcio. De hecho, el NIDDK sugiere consumir la cantidad diaria recomendada de calcio a través de alimentos o suplementos, ya que esto puede ayudar a prevenir la formación de ciertos tipos de cálculos.
  • Controlar el sodio: reducir la ingesta de sodio es importante, puesto que el exceso de sal en la dieta puede aumentar la cantidad de calcio en la orina, lo que aumenta el riesgo de cálculos renales. Se recomienda mantener el consumo de sodio dentro de los límites recomendados por las pautas dietéticas.
  • Limitar el consumo de alimentos ricos en proteínas animales: un exceso de proteínas animales, especialmente carne roja y aves, puede aumentar el riesgo de cálculos renales de ácido úrico. Se recomienda moderar la ingesta de proteínas de origen animal y equilibrarla con fuentes de proteínas vegetales.
Comer proteínas animales en exceso, especialmente carne roja y aves, puede aumentar el riesgo de cálculos renales de ácido úrico. (Imagen de referencia) | Foto: GettyImages